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Channel: A book a day keeps the doctor away
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Abril de la A a la Z

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Cada entrada irá encabezada por una de las
ilustraciones del calendario  La belle
jardinière
de Eugène Grasset (edición 1896)
Llega abril y con él nuevos brotes. Este que os presento hoy, he decidido bautizarlo De la A a la Z y tendrá una periodicidad mensual. 26 letras y 26 notas que las acompañan. Un recuerdo, un libro, un viaje, una exposición… tan solo una recopilación de ideas que, mes a mes, espero que disfrutéis.
¡Empecemos!
La A va claramente dedicada a Aix-en-Provence. La preciosa ciudad donde estudié y con la que pude reencontrarme a principios de abril.
B por el Bianually de Persephone que aterrizó ayer en mi buzón alegrándome el día.
la C va dedicada a los cerezos del jardín Saint Simonian. No hay nada más bello que sentarse a leer bajo unos cerezos en flor.
D por la pintora Dora Carrington. Un descubrimiento y un cuadro que me ha cautivado, Farm at Watendlath. ¿Vivirán la dama y la niña en esa granja o la habrán descubierto durante un paseo?
E de Elizabeth Von Arnim. Mi esperado reencuentro con un alma afín. 

Bajo los cerezos en flor en 
el jardín Saint Simonian. Fuente
F por todas las flores que alegran las calles durante estos días. Mención especial a las hortensias, mis favoritas.
G por las perturbadoras ilustraciones de Gustave Doré que disfruté al detalle en la exposición que le han consagrado en el Musée d'Orsay.
H por "How to be an heroine", un libro en el que una lectora compulsiva reflexiona sobre las heroínas literarias que han marcado su vida: Jo March, Elizabeth Bennet, Lucy Honeychurch, Anne Shirley… ¡Coincidimos en muchas y me está encantando!
I por Imagine dragons y esta canción. Cuantas veces la habré escuchado dando vueltas por casa como una loca.
J por Jacques le Goff. El historiador que me mostró lo hermosa y humana que puede ser la Edad Media. Echaré muchísimo de menos oír su voz en su programa de radio Les lundis de l'histoire.
K por las dos preciosas tazas de Cath Kidston que me ha regalado mi querida belle-soeur. Millones de gracias Céline :)
Reading nook soñado.
L de Léa Delmas, protagonista de la primera novela que leí en francés, "La bicyclette bleue". Su autora Régine Deforges nos ha dejado este mes y este es mi pequeño homenaje. Si estáis pensando en empezar a leer en francés os recomiendo encarecidamente esta novela ambientada en la Francia de la OcupaciónAquí podéis ver unas imágenes de la adaptación televisiva que protagonizó Laetitia Casta.
Mpor la tarta de moras que hice con mi madre en el último Readathon. Se me rien los huesos solo de pensar en comer un trocito.
N por nook, en realidad reading nook. No tenía ni idea de lo que significaba esa palabra, pero ojeando una revista de decoración descubrí a que se refería y ahora…¡me encantaría  tener uno!                 
O de oposición. Porque aunque no quiera pensar en ello, ha sido uno de los grandes acontecimientos de este mes y tenía que aparecer aquí.
P por Le petit Lyon un pequeño restaurante que descubrimos este fin de semana y que hemos adorado. Auténtico ambiente francés, amabilidad, buen precio y excelente comida. Si venís a París no  dudéis en probarlo.
Nuevas tazas listas para otra merienda
por el precioso paseo que dimos con Vicky y Rafa por el Quai de la Mégisserie.
R por esta entrevista a Enrique Redel, fundador de la fantástica editorial Impedimenta. ¿Estáis de acuerdo con su visión del mundo editorial?
S por mi ya compañero de batallas Samuel Johnson. Su biografía es una auténtica maravilla y estoy disfrutándola muchísimo. ¡Que carácter tenía el gran Johnson! Pero que brillantez muestra cada vez que abre la boca.
T por Tom Sherbourne, el protagonista de La luz entre los océanos. Como disfruté y sufrí con su historia.
U dedicada a una película que me muero de ganas de ver, Une promesse. Esta basada en una novela de Stefan Zweig y protagonizada por Richard Madden y Alan Rickman…sobran las palabras. Aquí podéis ver el trailer.
¡Que grande es el Doctor Johnson! 
V por los paisajes de Vermont que dibujó en mi mente Wallace Stegner mientras leía "En lugar seguro"; pura poesía. Muy pronto os hablaré de esta lectura.
W por "Wilfred and Eileen" la nueva novela Persephone que va a venirse a mis estanterías. Que maravilla de sinopsis.
X por la preciosa exposición De Watteau à Fragonard del Musée Jacquemart-André. Si os gusta la exuberancia de la pintura francesa del siglo XVIII, y vais a visitar París próximamente, ¡no os la perdáis!
Y por Vicky, mi amiga del alma que por fin ha podido venir a visitarme. 
Y para terminar, Zzzzzzzzz por todas las horas de sueño que tengo que recuperar después de un mes algo movidito :)

Un beso grande a todos y feliz entrada en el mes de Mayo.

PD. En la columna derecha del blog ha aparecido una nueva imagen bajo el nombre Club Pickwick. Mañana salgo de viaje y no voy a poder hacerle todos los honores a la presentación; pero por el momento os invito a que lo descubráis a través de sus creadoras. Es un verdadero honor pertenecer a vuestro club chicas; espero que muy pronto seamos legión :) 
PD1. Todas las palabras resaltadas en azul son enlaces de contenido.

Cuaderno de viaje: Londres (I)

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Ya estoy de vuelta y con muchas ganas de contaros al detalle nuestro viaje a Londres. Han sido cuatro días bien aprovechados en los que hemos desgastado bastante los zapatos, y como temía, nos han sabido a poco. Hace solo 10 días que hemos regresado y ya tenemos ganas de escaparnos de nuevo. ¡Tantas cosas que ver y tan poco tiempo!
Pero al menos hemos disfrutado de largos paseos, también de la lluvia, aunque al principio nos enfadase, de montones de flores, libros, pasteles… en definitiva de un viaje perfecto. Pocos destinos me hacen preguntarme esto, pero ¿puede uno cansarse de Londres? 
Según el Dr Johnson, mi amigo Samuel a estas alturas de nuestra relación, "When a man is tired of London, he is tired of life". Y una vez más no puedo estar más de acuerdo con él.

Espero que disfrutéis de esta crónica y que podáis viajar a Londres conmigo aunque sea por unos instantes. No dudéis en dejarme en los comentarios sugerencias y curiosidades de vuestras propias aventuras londinenses. Me hará mucha ilusión y serán preciosos consejos para próximos viajes.
Ahora si, Londres…¡Allá vamos!

Día 1: París-Londres

Nos mantenemos fieles al desayunoà la française. 
Precioso paseo por St James Park.
En la Gare du Nord y con bastante sueño empezó nuestro viaje. Habíamos decidido coger uno de los primeros Eurostar del día, para aprovechar al máximo la primera jornada, así que a las 9 de la mañana ya estábamos en Saint Pancras. Oyster en mano, cogimos el metro en dirección a Pimlico donde estaba nuestro acogedor hotel.
Una vez liberados de las maletas por fin empezó nuestro maratón particular. Para despejarnos un poquito fuimos a desayunar a la Patisserie Valerie de Piccadilly  y después atravesando Saint James Square y sus calles aledañas llegamos  a nuestro primer destino Trafalgar Square, la National Portrait Gallery y la National Gallery.
La primera es para mi una visita obligada, casi un ritual de cortesía. ¿Que os parecería entrar en un edificio neo-renacentista del centro de Londres y encontrar reunidos en su interior a todos esos personajes históricos que os han fascinado, a esos artistas que os han hecho soñar? Ahí están esperándote Jane Austen, las Brontë, Fanny Burney, Keats, Pepys, el Dr Johnson… ¡tantos y tantos! ¿Verdad que merece la pena pasar un momentito a saludarles?
Puede que no os apetezca perder mucho tiempo en un museo "clásico" como la National Gallery, dadas las miles de cosas que se pueden hacer en Londres; pero si realmente estáis interesados en ciertos artistas, mi consejo es que preparéis de antemano la visita, anotando las pinturas que os interesan y las salas en las que se encuentran. Ganaréis un tiempo precioso y la visita seguro que merecerá la pena. 
En nuestro caso queríamos ver pintura inglesa y francesa del siglo XVIII, así que fuimos directamente a las salas 33, 34 y 35 donde pudimos disfrutar de Gainsborough, Hogarth, Reynolds y de uno de mis cuadros favoritos de la colección, La chocolatière de Jean-Etienne Liotard.
Me gusta muchísimo la calidez de sus tonos y de la escena que describe; poder ser testigo de ese momento íntimo en el que una desconocida prepara un chocolate, con leche y azúcar, para si misma y un compañero invisible que jamás conoceremos.

Tendríais que haber visto la cara de Jean al ver el enorme
gallo de Trafalgar Square. Símbolo inequívoco, según él,
de la grandeza de Francia :)
Después de estas visitas que no se alargaron demasiado remontamos en dirección a Picadilly donde comimos algo  en un Pret (que parecen multiplicarse como champiñones) y después dirección al inmenso y tentador Waterstone's de Piccadilly
Yo iba con la única intención de mirar y no picar nada, porque el gran día de las librerías iba a ser el viernes y, aunque parezca mentira, me porté conforme a lo previsto. A Jean, que lo único que quería era sentarse en algún sitio y descansar del madrugón, no le importó dejarme tiempo suficiente para mirar de arriba a abajo las estanterías, aunque me mantuve firme y al final salimos de allí sin ninguna compra. 

Aprovechamos que hacía una tarde preciosa para pasear por Saint-James Park y una vez lanzados  decidimos volver al hotel andando. Buena caminata por las calles de Westminster y los alrededores de Victoria; y en Vincent Square, nos quedamos mirando jugar al críquet a un grupo de niños perfectamente uniformados de blanco. Daba gusto verlos a ellos y a Jean intentando descifrar las reglas de juego. Último esfuerzo para encontrar un supermercado para aprovisionarnos para la cena y por fin a descansar al hotel.



Día 2: La City y Bloomsbury

All Hallows church bajo
la lluvia.
Después de habernos acostado pronto, no tuvimos problema en madrugar de nuevo. Nos esperaba un día muy completo y bastantes horas de marcha. De repente nos dimos cuenta de un continuo golpeteo en la ventana; temimos lo peor y al echar un vistazo a través de las cortinas se confirmaron nuestros temores… llovía a mares. Pero como bien se dice, al mal tiempo buena cara y después de un buen desayuno continental (ni Jean ni yo somos capaces de hacerle los honores al english breakfast) cogimos el metro hasta Tower Hill.

Un diluvio, literalmente, nos recibió al salir a la calle, pero como habíamos adoptado el lema Keep calm and dancing in the rain para todo el día, nos lo tomamos con humor :) No teníamos intención de entrar en la Torre de Londres, así que hicimos un par de fotos y nos adentramos en la City por Byward street. Al paso nos salió All Hallows by-the-tower Church, una de las iglesias más antiguas de Londres, que estaba verdaderamente preciosa bajo la lluvia. No me resultó difícil imaginar al observador Samuel Pepys encaramarse a su campanario para contemplar   lo que quedó de Londres después del terrible incendio de 1666.

Mientras hablábamos sobre el tema, seguimos andando hasta Monument, haciendo malabarismos con el paraguas. Allí vimos la columna erigida para conmemorar el incendio, cerca del lugar donde estaba situada la panadería de Thomas Farriner, foco originario del fuego. Cuando le comenté a Jean que se sospechó de los franceses como posibles autores del desastre, sacó su vena anti-británica (bastante pronunciada) diciendo: "Rosbeefs de m*rde" (asi llaman los franceses, con mucho cariño, a sus vecinos del otro lado de la Mancha).
Cierto o no la verdad es que es una pena que el fuego destruyese prácticamente todo el Londres medieval, y que una pala lo hiciese a su vez con el París original. Aunque no se yo si lo amaría tanto como con su estilo haussmannien actual.

Aquí podeis ver el área arrasada por el incendio. Pudding Lane es el foco donde
se inició y a la derecha está la casa de Samuel Pepys, que se libró por los pelos
gracias a la dirección en la que sopló el viento en aquellos días de Septiembre.

De Monument seguimos camino directo hasta Saint Paul y viendo la enorme cúpula tuvimos un recuerdo para Mary Poppins y sus "migas de pan"dejà vu directo a la infancia. Como vimos que no amainaba la lluvia dejamos el paseito previsto hasta la casa del Dr Johnson para más tarde y nos fuimos hacia el Museum of London, sin duda uno de mis favoritos. Al igual que pasa con el Musée Carnavalet de París, en este museo no suele haber muchos turistas. A nosotros nos acompañaron en la visita un pequeño grupo de escolares que escuchaban atentos las explicaciones y alucinaban con las actividades multimedia del museo. Todas las épocas de la Historia de Londres están muy bien expuestas de forma didáctica, lúdica y respetando muy buenos contenidos.
Mis zonas favoritas son la reconstrucción del  Poverty map de Charles Booth, el Victorian walk y sobre todo los jardines Vauxhall, una ventanita abierta a la opulencia de los paseos de Georgiana Cavendish y otras grandes damas del XVIII inglés.

Tower Bridge bajo el diluvio, Saint Paul en un
momento de calma y la casa del Dr Johnson. La
última foto donde su querido gato Hodge mira la
casa de su dueño, no es mía. Me temo que Hodge
no hubiese esperado a que yo le hiciese una foto
bajo la intensa lluvia que estaba cayendo :)
Comimos justo enfrente del Museo en una brasserie llamada London wall. Lugar que como pudimos comprobar parece un punto de encuentro de trajeados empleados de la City. La verdad es que comimos muy bien y con energías renovadas llegó el momento de encontrarnos con el Dr Johnson
La visita de su casa, es algo que solo recomiendo a entusiastas de su figura ya que, aunque los interiores dan una buena idea de como era una casa inglesa del siglo XVIII, son bastante austeros; mención aparte de la biblioteca del dueño de la casa. 
Para mi, pasear por esas habitaciones e imaginarlo hablar con David Garrick, Sir Joshua Reynolds y su inseparable Boswell, fue una experiencia única. 
Y más cuando vi a su fiel gato Hodge, mirando eternamente hacia la casa de su dueño. Bueno todo hay que decirlo, como llovía a mares, desde las ventanas su estatua era solo una sombra borrosa, pero yo sabía que estaba ahí :) Otra buena caminata que sin duda mereció la pena. 

Para dar un respiro a los pies cogimos un autobús para llegar a los alrededores de Russell Square. Había llegado el momento de ir hasta Lamb's conduit, la adorable calle donde esta situada la librería Persephone.
Entramos en la tienda y nos encontramos absolutamente solos, a excepción de una encantadora dependienta que al ver nuestras pintas de gatos mojados no dudo en ponerse hablar con nosotros sobre el horrible tiempo de Londres. Nos dejó que echáramos un vistazo tranquilamente por la diminuta, pero para mi maravillosa tienda, y siguió preparando pedidos entre un montón de cajas repletas de libros grises
Fuera seguía cayendo la lluvia y dentro de la librería, bajo la cálida luz de varias lámparas de pie y con la presencia de todos esos maravillosos libros, yo me sentí como en casa. Por si fuera poco el hilo músical empezó a desgranar las notas de Gymnopedie nº1 de Erik Satie. Jean me miró y me lanzó una sonrisa cómplice; sabe que es la melodía que suena en mi teléfono al recibir llamadas. 
Como ya había elegido los títulos que se vendrían conmigo de antemano, esta vez no tardé mucho en llenar mi cesta. La dependienta me envolvió amablemente la compra en papel de burbujas para que no se mojase y más felices que un ratón de biblioteca (por lo menos yo) reanudamos el camino.
Persephone Books, Casas en Montague Street, cake de
naranja del café de London Review Bookshop y fuente 
de la última foto.
Seguimos paseando por Bloomsbury y a pesar de que seguía lloviznando lo disfruté muchísimo. Sin duda es uno de mis lugares favoritos de Londres y mientras recorríamos Russell y Gordon Square no podía evitar acordarme de Virginia y Vanessa Woolf, de E.M Forster y Lytton Strachey, de su talento, de sus escándalos...de todo ese grupo de artistas del que tanto me queda por descubrir y aprender.  Con ellos en mente era imposible pensar en otra cosa que no fuese literatura. Así que, con sed de librería, pasamos por delante del imponente British Museum, que no se cuando terminaremos por visitar, y a una calle de distancia llegamos al último punto de visita del día, la London Review Bookshop

Fijaos si me enamoré de este sitio que hasta olvidé que llevaba la cámara a cuestas. Sin duda, esta es una de esas librerías en las que el amor por los libros se respira en cada rincón. Un lugar pequeño y cálido que tiene en sus dos plantas una de las mejores selecciones de libros que he podido ver. La sección de ficción es muy completa y pude apuntar numerosos autores que no conocía y que llamaron mi atención; pero fue la sección de no ficción la que me cautivó completamente. Dentro de las secciones tradicionales de: Historia, Biografía, Política, etc. los responsables de la librería han escogido una serie de sub-temas fascinantes que agrupan en sus Reading-guides. Echarle un vistazo aquí y seguro que encontrareis algún libro que os interese. Hubo un momento en el que tuve que dejar de apuntar títulos porque había ocupado dos días enteros de mi agenda. 
Que alegría volver a "nuestra calle" de
Pimlico después de tanto paseo.
Por si todo esto no fuese encanto suficiente, un pasillo a través de la sección de Historia nos guió hasta el luminoso salón de té del que dispone la librería. Un lugar donde reina la calma y unos cakes caseros absolutamente deliciosos. Ay, todavía recuerdo el sabor de mi trozo de pastel de naranja y almendras. Uno de mis sitios favoritos de Bloomsbury, sin ninguna duda.

Y después de este día intenso, de visitas, lluvia y librerías, con la barriga y el corazón contentos, hicimos acopio de comida para la cena en Marks and Spencer y cogimos el metro hasta el hotel. Basta decir que caímos rendidos.   

Y hasta aqui la primera parte de nuestras crónicas londinenses. Mañana publicaré la segunda parte y a partir del viernes los libros volverán a ser protagonistas absolutos del blog :)
Un beso grande a todos y ¡feliz miércoles!

Cuaderno de viaje: Londres (II)

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Y como os dije ayer, aquí está la segunda parte de nuestro viaje.

Día 3: Kensington- Notting Hill- Charing Cross

La primera casa la encontré paseando por Kensington,
la bauticé la casa de las lilas.  Entrada al V&A.
El viernes, amaneció un día nublado pero sin riesgo de lluvia, así que la mar de contentos  salimos del hotel en dirección Kensington y el Victoria and Albert Museum. No había mucha gente a la hora de apertura y pudimos disfrutarlo como requiere un sitio como este, con tranquilidad y prestando atención a los pequeños detalles. Un tejido, un estilo mobiliario particular, un tipo de cerámica o indumentaria… este museo os encantará si os gustan las artes decorativas.
Yo disfruté muchísimo de la visita (y eso que no vimos ni la mitad); mi gran decepción, aunque todavía no me lo crea, fue la tienda del museo. Recuerdo que Cristina también lo comentaba en una de sus fantásticas crónicas de Londres. Salí de allí sin nada entre las manos, ni un mísero marcapáginas.
Por su parte Jean se aburrió un poquito en esta visita y le entiendo perfectamente. Eso si, se llevó un recuerdo que no olvidará en la vida. Se enamoró de una cama. Si, como lo oís. Nada más y nada menos que de la inmensa y célebre cama de Ware.
Construida en 1580, la cama hizo célebre la posada donde fue instalada, el White Hart Inn de Ware. Mide, agarraos bien, 3.38m de largo y 3,26 de largo y su fama proclamaba que "podía acomodar al menos cuatro parejas". ¡Vaya despiporre!
Por mi parte tuve que agarrar a Jean por todos lo medios para que no hiciese lo mismo que Kate Winslet al final de este video :)

La que he bautizado como mi casa y otras viviendas de
Notting Hill, la estatua de Lord Holland en uno de los
claros del parque y foto desde el interior del restaurante
Portobello.
Una vez terminada la visita cogimos el metro hasta Notting Hill, otro barrio que teníamos muchas ganas de descubrir. No coincidimos con el famoso mercado de Portobello Road, que tiene lugar los sábados, pero bueno por lo menos evitamos grandes aglomeraciones. Me gustó muchísimo la tranquilidad que se respira por el barrio y sobre todo el estilo de las casas de casi todas sus calles. Me volví loca con la cámara y creo que me desdije tropecientas veces cada vez que decía "esta es mi favorita".
Quizá la que véis en la foto, con la bicicleta enredada entre los rosales, sea la definitiva.

Esta vez teníamos claro donde íbamos a comer ya que nos lo habían recomendado unos familiares; así que a mediodía nos dirigimos hacia Portobello, un restaurante italiano que ahora os recomiendo a vosotros de todo corazón. La acogida fue muy agradable, el lugar está decorado con mucho gusto y la comida…¡Excelente! Mataría por tener la receta de mis Spaguetti al pomodorino y de la Parmigiana Napoletana.
Aquí os dejo su página web por si queréis probarlo en vuestra próxima visita.
Después de comer dimos un paseo por Holland Park un sitio realmente precioso rodeado de casas de ensueño. La zona norte del parque, por la que accedimos, es prácticamente un bosque semi-salvaje cubierto de flores. Poco a poco, conforme te vas adentrando en él, el parque se va volviendo más civilizado, con áreas de césped y emotivos bancos de madera con sus respectivas dedicatorias.

Y después del paseito, cogimos el metro hasta Marlybone para empezar una nueva tarde de libros. La primera parada fue Daunt books la que, junto a Galignani en París, es la librería más elegante que he visto en mi vida.  Todo tiene una armonía perfecta, la cálidez de la madera de roble, la galería de madera del piso superior la preciosa vidriera al fondo, los libros…¡Me encanta! Aunque reconozco que, aquí, disfruté más de la atmósfera del sitio que de comprar libros. Solo añadí uno a la cesta.
Bajamos por Thayer Street hasta el cruce con Oxford St y recuperamos el metro hasta llegar a Charing Cross, el paraíso de los bibliófilos cuya reina es Helene Hanff :)
Empezamos por Foyle's, que me trajo a la mente a mi querida María, y donde conseguí dos ejemplares de mi wishlist, y después continuamos hasta Any amount of books donde no encontré nada que me interesara por debajo de las 30 libras. ¡Que pena más grande!
Viendo mi cara de circunstancias, Jean se apiadó de mi y consintió en coger el metro hasta Rusell Square para hacer una pequeña visita a Skoob books. Si os gustan las librerías de segunda mano donde rastrear entre montones de libros, no podéis perdérosla. Podría pasarme horas y horas buscando.
Interior de Fortnum&Mason
Me hubiese arrepentido muchísimo de no haber venido porque en Skoob descubrí el pequeño tesoro que no esperaba encontrar y que me hizo inmensamente feliz.

Finiquitadas las compras librescas, cogimos de nuevo el metro hasta Picadilly y entramos en Fortnum&Mason donde nos aprovisionamos de galletas y mermelada para la familia, y donde me derretí delante de los preciosos juegos de té y café. 
Una última parada técnica en el primer Pret que nos salió al paso y con los sandwiches de la cena listos, dirección al hotel.



Día 4: Hampstead- Southbank

Y sin darnos cuenta llegó el último día. Menos mal que pudimos aprovecharlo bien porque nuestro vuelo salía a las siete de la tarde. Después de hacer el check-out en el hotel, no me pude resistir a hacerle varias fotos al que había sido nuestro barrio por unos días, el plácido Pimlico, con sus plazas e iglesias.
Ya sabéis que cuando viajo a algún sitio, me gusta llevarme una novela ambientada entre sus calles; esta vez no iba a ser menos.  Elegí una historia que transcurre exactamente en Pimlico y muchas veces no podía evitar buscar a Mildred Lathbury, su protagonista, entre las "mujeres excelentes" que iba cruzando por la calle. María, Carmen, estoy segura de que reconoceréis enseguida de que libro estoy hablando :)
Esta foto de Warwick Square la tomé la tarde en que llegamos. Me tuve que
conformar con hacer fotos del exterior porque es un espacio privado.
Esta foto de Saint George's Square con la iglesia de
Saint Saviour al fondo la hice casi volando. Jean me
tuvo que levantar para evitar la verja del parque :)
Terminada la sesión de fotos cogimos el metro para ir bien al norte, hasta Hampstead; una zona que estaba deseando conocer y que resultó ser aún mejor de lo que había imaginado. 
Vivir aquí es lo que yo llamo un sueño. Hampstead tiene ese ambiente de campiña inglesa a tan solo dos pasos de Londres. Sus calles están llenas de librerías, tiendas, galerías de arte y coquetas cafeterías vamos, ¿se puede pedir más? 
No es extraño que desde hace siglos se haya convertido en el lugar de residencia, de artistas, escritores y profesionales de la cultura. ¿Quién no conseguiría inspirarse teniendo tanta belleza a su alrededor? 
Nosotros no tuvimos tiempo de visitar la casa de John Keats, uno de los más célebres habitantes de Hampstead; pero durante nuestro paseo nos cruzamos con varias placas del English heritage: la casa de George du Maurier, la de D.H Lawrence, el apartamento que ocupó Edith Siwell… Encontrareis muchas de ellas si vais con los ojos bien abiertos.

La primera fue la casa de George Du Maurier, estaba preciosa con las rosas
trepadoras de la fachada; el apartamento de Edith Siwell y vista de Londres
desde Hampsted Heath.

Remontamos Heath Street hacia arriba y muy pronto las casas se fueron espaciando hasta llegar a la entrada de Hampstead Heath, un impresionante parque desde el que se pueden ver bonitas vistas de Londres. Emocionados con tanta vegetación poco a poco nos fuimos internando entre los árboles. Lo que no sabía el inocente Jean, que iba disfrutando de eso de pasear sin rumbo fijo, es que yo me guardaba un maléfico as en la manga. Tranquilos, no pensaba asesinarle.

-¿Sabes que un poco más adelante hay una mansión blanca preciosa? Podríamos acercarnos
- Pero ¿está muy lejos? Mira que luego hay que volver. 
- No que va, solo un poquito más adelante

Me muero de la risa. El poquito más adelante se convirtió en unos buenos 45 minutos. Pero las miradas de odio de Jean y la caminata valieron la pena. Kenwood House es un lugar precioso. La entrada a la casa es gratuita y las salas interiores harán las delicias de los Austenitas. Me sorprendió ver muy buenas pinturas en el interior, pero sin duda la gran obra de arte, es la imágen de la propiedad desde el exterior.
Entrada principal de Kenwood House. Como veis estábamos solos al llegar.

Hola me llamo Marie Woodhouse y esta es mi casa :) ¡Que maravilla!

Los jardines estaban repletos de rododendros. Yo estaba sin palabras.
Aunque fue difícil Jean consiguió arrancarme de allí y muy cerca cogimos un autobús (el 210) que nos llevo, vía Spaniard's Road, hasta Hampstead. Comimos unos bocadillos en Paul, para ir adaptándonos de nuevo a la vida parisina y cogimos de nuevo el metro con destino a Waterloo. 

Era la última parada del viaje para hacer unas buenas fotografías desde la otra orilla del Támesis, y fue una auténtica locura. En las inmediaciones del Southbank Centre habían organizado un festival de gastronomía española con un montón de casetas. Eso parecía la Feria de abril y había un ambiente genial. Lo único que me dio penita fue el plato de paella que se iba a comer una señora. Eso era un engrudo amarillo que no se podía coger por ninguna parte. Me dieron ganas de quitárselo y decirle: "Señora, por favor no se lo coma". Pero bueno supongo que estarán acostumbrados.
Vistas desde Jubilee Gardens
Con estas vistas cogimos de nuevo el metro hasta el hotel, recuperamos las maletas y con mucha pena fuimos a Victoria para coger el Gatwick Express. Nuestra escapada a Londres había terminado, pero nos trajimos muy buenos recuerdos y unas maletas bien cargadas. 

Mamá gracias por las hortensias de
recibimiento :) Mira que bonitas al
lado del botín londinense.
Y hasta aquí este diario de viaje. Espero que os haya gustado y que hayáis podido coger algunas ideas para futuras visitas. No dúdeis en dejarme sugerencias en los comentarios; me encanta conocer nuevos sitios y en Londres siempre hay mil cosas que descubrir :)                                                                                 
¡Un beso grande a todos!

IMM: maleta de Londres.

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¡Foto de familia!
Como punto y final de la escapada londinense aquí os enseño lo que escondía aquella bolsa de Persephone. 
Como veréis, los libros de no ficción han ganado la partida esta vez y, a las cuatro novelas elegidas, he añadido un batiburrillo de Historia, biografía y moda.

Aquí los tenéis con más detalle:


Among the bohemians de Virginia Nicholson.
Empezamos con esta autora de la que ya os he hablado en varias ocasiones. Llegué a ella gracias a su excepcional  ensayo "Ellas solas", un libro que, a riesgo de repetirme, no dejo de recomendaros.
Esta vez Virginia nos invita a conocer a toda esa generación de escritores y artistas, que  entre 1900 y 1939, cuestionaron las rígidas normas de conducta establecidas y crearon un universo de bohemia y creatividad, que aún hoy sigue fascinando. 
La autora, nieta de Vanessa Bell y sobrina-nieta de Virginia Woolf, firma de nuevo un trabajo fascinante, fruto de una cuidada documentación y de sus propios recuerdos familiares. Leído, devorado y más que aprobado.

Footsteps de Richard Holmes
Este es el libro que encontré mientras merodeaba por Daunt books. No estaba en mi lista porque ni siquiera conocía su existencia; pero al reconocer el nombre del autor, no dudé en comprarlo ni un segundo. 
Conocí a Richard Holmes gracias a la Edad de los prodigios, uno de los ensayos que devoré durante los años de universidad. 
Footsteps es un trabajo muy anterior publicado en 1985. En él, Holmes narra su peregrinaje por los lugares que sirvieron de inspiración a algunos de sus héroes literarios: R.L Stevenson en la región de les Cévennes, Wordsworth y Wollstonecraft en el París revolucionario, Shelley en Italia, Gerard de Nerval y su trágica historia parisina… 
Este es uno de los primeros trabajos de un biógrafo excepcional y conociendo su prosa, estoy segura de que me va a cautivar de nuevo. 

La biografía de los
verdaderos Wilfred and
Eileen.
Wilfred and Eileen de Jonathan Smith
Desde el primer momento en el que leí la sinopsis de este libro en el último Biannually supe que se vendría conmigo. Si, de nuevo es un libro sobre la I Guerra mundial; sobre una pareja separada por el conflicto, sobre las secuelas que éste dejó en sus vidas. Pero esta vez la historia no ha surgido de la imaginación de un autor. Wilfred y Eileen vivieron, amaron y sufrieron, antes, durante y después de la guerra.
Se ha escrito una biografía sobre ellos y estoy segura que tras leer la novela, tendré ganas de leerla.

High Rising de Angela Thirkell
Por fin me he decidido. Después de muchos meses esperando en mi cesta de la compra de The book depository, he tenido que llegar a Londres para comprar mi primer Thirkell
High Rising, el elegido, sirve como introducción a Barsetshire, el mundo campestre que la autora tomó prestado a Anthony Trollope para ambientar sus historias. 
Claro ejemplo de comedia británica, ligera pero incisiva en ocasiones, High Rising nos invita a disfrutar de las idas y venidas de una familia acomodada en su propiedad de la campiña inglesa.
Por momentos dudo de que me vaya a gustar y al instante cambió de opinión y tengo la seguridad de que voy a seguir comprando nuevos Thirkell en el futuro. Si es que, cuando un libro va ligado eternamente a calificativos como "funny, lovely, delightful..."¿será por algo no?

Greenery Street de Denis Mackail
Este fue uno de los primeros títulos Persephone que marqué en su catálogo. Quizá porque yo también estoy empezando mi vida de "casada", quizá porque simplemente me gustan las historias felices. 
Greenery Street, ambientado en el Londres de los años 20, es el relato de la nueva vida en común de unos recién casados.  En el catálogo Persephone la novela es descrita como "algo raro en la ficción- un homenaje a la felicidad de la vida de casados"
Estoy deseando colarme en esa casa del 23 de Greenery Street y conocer el día a día de esta feliz pareja. 
Y mira, sin hacerlo a a propósito he juntado a dos hermanos novelistas en mi cesta ya que Denis Mackail era hermano de Angela Thirkell. ¡Que pequeño es el mundillo literario!

The home-maker de Dorothy Canfield Fisher
Y este es el tercer Persephone que añadí a la cesta. Otra de esas novelas que estaba deseando leer desde que descubrí esta editorial.
Esta vez la acción transcurre en América, en 1924. La protagonista es una madre sobreprotectora, perfeccionista e infeliz, que está convencida de ser la perfecta ama de casa. Esta apreciación no es compartida por el resto de la familia, quienes viven prácticamente bajo su tiranía. 
"Fregar los platos no era el sueño de
mi vida; aunque disimulo bastante
bien mi desesperación"
Todo cambia cuando el padre de familia tiene un accidente y debe quedarse a cargo de la casa mientras su mujer sale a trabajar en una tienda.  Con el cambio de roles no llega el desastre, sino que todo empieza a funcionar a la perfección. 

Una reflexión sobre la maternidad y el rol tradicional asignado a cada sexo, que estoy segura no va a dejarme indiferente.


Fashion in the time of Jane Austen de Sarah Jane Downing y Edwardian Fashion de Daniel Milford-Cottam.
Estos son los libros que compré en la tienda del Museum of London. No pude resistirme porque hablan sobre mis dos periodos favoritos de la historia de la moda: la Regencia y la época Eduardiana. Las ilustraciones son una maravilla y ahora solo me queda hacerme con el otro tomo de la colección Fashion in the time of the Great Gatsby.

The joy of the snow de Elizabeth Goudge
Encontrar este libro fue la gran alegría del viaje. Buscando entre las estantería de Skoob books de repente vi el nombre de Elizabeth Goudge, mi querida Elizabeth. Lo único que me extrañó fue el título; no lo pude asociar a ninguna de sus novelas.
Y efectivamente era imposible asociarlo ya que The joy of the snow, no es una novela. Se trata de la autobiografía que Elizabeth escribió a petición de sus lectores. 
Al final de su carrera, la escritora recibió innumerables cartas que pedían información sobre las localizaciones de sus novelas ¿eran reales? ¿las había visitado en algún momento de su vida? 
Para responderles como merecían Elizabeth escribió este libro que relata "mis más felices memorias, los lugares ligados a ellas y el recuerdo de la gente con los que los compartí. Mi infancia en Wells, los veraneos en Guernsey, los lugares que me inspiraron y donde concebí mis historias...".
Yo no pude escribirle una de esas peticiones. Pero años después, este libro ha llegado por fin a otra de sus fieles lectoras.

A midwife's tale de Laurel Thatcher Ulrich
Esta fue mi adquisición en The London review Bookshop. Este libro, ganador del premio Pulitzer de no ficción, narra la vida de Martha Ballard, una comadrona que entre 1785 y 1812 escribió un apasionante diario. En él daba testimonio de su arduo trabajo y de su vida cotidiana en la pequeña población de Hallowell, situada en el estado américano de Maine. 

Parece que hay un documental basado en el libro. A ver
si hay suerte y lo encuentro.
Me apasionan este tipo de libros, donde podemos descubrir la historia de personajes anónimos del pasado; a veces estos testimonios  resultan incluso más fascinantes que las vidas de los grandes protagonistas de la Historia. 
Ay que rapidito me lo voy a devorar :)

London 1888 de William J. Fishman

Y por último, pero no menos importante, el otro libro de segunda mano de la lista. También me dio mucha alegría encontrarlo en Skoob books y a tan buen precio. Quizás este es el único libro que no recomendaría a todos los lectores. Únicamente a todos los que os apasione la Inglaterra victoriana; o con más exactitud la crudeza de la Inglaterra victoriana; porqué este es un libro duro, de los que remueven las entrañas. 

1888 fue el año en el que acaecieron los crímenes de Jack el destripador, pero William  J. Fishman no pretende llamar la atención de sus lectores con lo escabroso, con sensacionalismos. La Historia que él pretende contar es aún más terrible que el peor de los crímenes.
Él sobrevuela a vista de pájaro ese East End londinense de finales de siglo, descendiendo sin cesar a cada uno de sus rincones, hasta la última "madriguera" humana, para describir con minuciosidad: la suciedad, la miseria, la enfermedad y para los más afortunados, la lucha por la supervivencia. 
Un excelente ejemplo de Historia social.


Y hasta aquí las compras londinenses. Ahora solo queda lo mejor…Disfrutar de todas ellas, exprimir al máximo todo lo que tienen que ofrecer y como no, compartirlas con vosotros :)
Un beso y ¡muy felices lecturas!

De perfil también salimos muy guapos :)

Conociendo a Barbara Pym

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Detalles de las portadas francesas de sus novelas.
Después de muchos meses posponiéndolo, por fin he leído a Barbara Pym
Cristina fue la encargada de descubrírmela  contagiándome con sus entradas  su cariño hacia esta escritora británica.
Muy pronto su entusiasmo encontró eco en los rincones de algunas de mis más admiradas compañeras: María, Carmen, Jane Austen… Todas habían caído rendidas ante la obra de Barbara.
Así, con la confianza puesta en ellas y en esos gustos literarios que nos unen, decidí iniciarme en este universo afín "hecho de tazas de té y pequeñas cosas cotidianas".

Poco a poco y con paciencia he ido reuniendo mi propia colección de "Pyms", gracias a mis correrías por distintas librerías de ocasión, y, a día de hoy, he podido reunir nueve de sus trece novelas. 
Mis ejemplares están algo viejos y gastados, se nota que han pasado por las manos de muchos lectores; pero hoy que me pertenecen, dudo mucho de que vaya a soltarlos algún día :)


Una de las fotos más conocidas de
Barbara.
Como siempre hago antes de estrenarme con un nuevo autor, he empezado buscando algo de información sobre Barbara. Estos dos artículos (I, II) que os invito a leer (lamentablemente en inglés), me han sido realmente valiosos para conocer su historia personal y sobre todo su trayectoria como escritora. Pero si queréis un repaso rápido, podéis recurrir al siempre socorrido artículo de Wikipedia dedicado a la autora.

Por mi parte, empiezo hoy a compartir con vosotros mi incursión en el universo de Barbara Pym. Mi primera reseña (que publicaré mañana) irá dedicada a su novela Mujeres excelentes, sin duda un buen título para honrar a la que fue una escritora excepcional.

Espero que la disfrutéis y que os anime a conocerla de primera mano.
¡Un beso grande a todos!

PD. Varias de las novelas de Barbara han sido publicadas en español, Mujeres excelentes, Los hombres de Wilmet, Jane y Prudence y Murió la dulce paloma, aunque son algo difíciles de conseguir; en inglés no tendréis ningún problema en encontrarlas y en francés tendréis que recurrir a librerías de ocasión. Espero que podáis conseguirlas todas, la búsqueda merece la pena :)


Mis Pym reunidos para la foto de familia.

Mujeres excelentes de Barbara Pym

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Tarde de té , lluvia y Barbara Pym.
Entre febrero de 1946 y junio de 1949, Barbara Pym y su hermana Hilary se instalaron en un apartamento del barrio londinense de Pimlico. Por aquel entonces esta no era una zona muy selecta, y era de sobra conocida como la parte "mala" de la estación Victoria.

Fuera como fuese, dado lo difícil que resultaba conseguir  un apartamento en aquel Londres de posguerra, las hermanas Pym se instalaron encantadas en el 108 de Cambridge Street


Para Barbara estos tres años fueron realmente fecundos y, a la revisión de sus trabajos anteriores, sumó la inspiración para nuevas novelas. 
"Mujeres excelentes", ambientada en el mismo Pimlico donde residía, fue una de ellas. 

Mildred Lathbury, la protagonista de la historia, es una treintañera soltera, observadora e independiente que vive en un modesto apartamento. Sus días, bastante rutinarios, los reparte entre su trabajo para una sociedad de beneficencia y los compromisos que tiene en la parroquia a la que asiste casi diariamente.


Si, la vida de Mildred es excesívamente tranquila; algunos podrían pensar que casi aburrida.  Pero todo cambia con la llegada de sus nuevos vecinos, los Napier; una pareja  atractiva y glamurosa que alterará la existencia de Mildred. Casi sin darse cuenta ésta se encuentra asistiendo a conferencias de antropología, a más comidas en restaurantes de las que acostumbra y a veladas informales donde corren bebidas algo más fuertes que el té.


Al final Mildred no puede evitar preguntarse, ¿vale la pena tanto embrollo, con tal de poner un poquito de emoción en la vida de una?



                             

Este es uno de esos libros que deben llegar a ti en la ocasión adecuada. Recuerdo perfectamente el momento en el que empecé a leerlo, durante el viaje a Londres; estaba en la habitación del hotel y hacía escasos minutos que había paseado por Warwick Square, el lugar exacto en el que transcurre la novela. Muy pronto, casi desde las primeras páginas, el tono de confidencia con el que Mildred narra su historia, me atrapó completamente. 

En una de las pausas lectoras, hecha a desgana, me acerqué a mirar por la ventana de la habitación hacia las casas que había enfrente. Estaba anocheciendo y de pronto, en cada una de las ventanas, empezaron a aparecer pequeños retazos de vida. Una señora estaba sentada en su cocina; un niño pasaba corriendo sin cesar por un salón (no se a que estaría jugando), y en una de las habitaciones de un ático veía balancearse varios farolillos chinos.


Mildred y su inseparable
taza de té.
Cuando volví a retomar la novela, me di cuenta de que eso era exactamente lo que me estaba ofreciendo Barbara Pym: el vívido retrato de varios londinenses (que quizá se cruzara en  algunos de sus paseos por Pimlico), y la vida imaginaria que decidió otorgarles.

La historia de Mildred y el pequeño grupo de personajes que la rodean es así de sencilla.  Por un lado tenemos las citas con Dora Caldicote, su amiga de juventud, y su hermano William un antiguo pretendiente; y por otro las visitas a Winifred y a su hermano el pastor Julian Malory, el hombre con el que todos los parroquianos quieren emparejarla y que finalmente se llevará un buen disgusto con respecto al matrimonio.  

Todos encuentran en Mildred un hombro en el que apoyarse; no importa cual sea la situación, ella siempre está disponible con su servicio de té preparado. Pero en cierto modo, muchos esperan que la vida de la servicial Miss Lathbury cambie; incluso los recién llegados Napier que no dudan en incitarla a enamorarse de Everard Bone, un compañero antropólogo. Lo más sensato es que se case de una vez, que deje de dedicarse a los demás y que tome las riendas de su vida. Porque ¿acaso su situación actual no es algo triste y solitaria?


Esa es una pregunta que incluso la propia Mildred se hace a menudo. Es terrible sentir que una no es indispensable para nadie y una simple solterona a los ojos de la sociedad. Pero lo que todo el mundo parece ignorar es que Mildred, en el fondo, es feliz tal y como está. 

Es lo que más admiro de la novela, la lucidez y el humor con el que su protagonista reflexiona acerca de su situación. Si, es cierto, los hombres y el matrimonio pueden hacer la vida más interesante, pero no por ello son indispensables para ser feliz. 
Ella obtiene su felicidad gracias a las pequeñas cosas de la vida. Esas rutinas y minúsculos placeres que la hacen sonreír, aunque sea en solitario: tomar una taza de té después de un día complicado, comprarse un ramo de mimosas, leer un libro de recetas de cocina o encontrarse con personas tan especiales como Mrs Bone, la madre de Everard. 
¡Por Dios lo que me pude reír con esa escena de la novela en la que la buena señora habla de la invasión de los pájaros y de como ella intenta por todos los medios devorar a sus enemigos!


¿Acabará Mildred preparando
todas las cenas de Everard?
Esas son las cosas que, en secreto, llenan y alegran el día a día de Mildred; por mucho que a varios personajes de la novela les cueste aceptar que una mujer soltera pueda tener una vida completa y satisfactoria.  
Casi al final de la novela los Napier le preguntan a Mildred "¿que harás una vez nos hayamos ido?" 
Casi como si su sola presencia diese sentido a la existencia de nuestra protagonista. ¡Si supieran lo completa que está su vida y lo mucho que va a seguir ampliándose! 


Debo reconocer que en las manos equivocadas, esta sería una historia condenada al olvido y al tedio. Pero cuando el narrador posee un sutil y acertado sentido del humor; un talento innato con los diálogos y, por encima de todo, la capacidad de describir a la perfección los pequeños placeres de la vida cotidiana y la naturaleza humana, el resultado es esta pequeña joya que Barbara Pym nos regala.

Cualquiera que pueda apreciar la belleza simple de lo cotidiano, disfrutará de una novela muy british en la forma, pero universal en los sentimientos que transmite. Estoy segura de que os reconfortará al igual que una buena taza de té, y os abrirá el apetito para seguir descubriendo el resto de las novelas de Barbara. 

Espero de corazón que disfrutéis de "Mujeres excelentes" y como no, de todas las lecturas que tengáis entre manos.

PD. "Mujeres excelentes" ocupa el año 1952 en mi Century of books.
PD1. Aquí os dejo un emotivo documental que encontré mientras preparaba la reseña, Miss Pym's day out. Cuenta los últimos años de la vida de Barbara, cuando vivía en su cottage de Oxfordshire y fue nominada al Booker prize. 

Mayo de la A a la Z

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Nueva ilustración de Eugène Grasset. En esta
ocasión la belle jardinière se rodea de iris.
Final de mes y, como prometido, aquí llega un nuevo De la A a la Z. Espero que lo disfrutéis :)

A de Asteroide. ¡Por fin ha vuelto la Dama de provincias! ¡Y encima más próspera que nunca!
B por Bloomsbury girls. Así se llama la colección que Burberry ha consagrado al Círculo de Bloomsbury. Parece como si los marcapáginas Persephone hubiesen cobrado vida en forma de vestidos y accesorios. ¡Una maravilla!
C por la decoración y la atmósfera de Charleston, la casa de Vanessa Bell y Duncan Grant. En el libro Among the bohemians se utiliza esta frase al referirse a ella: "Mi casa es el reflejo de la vida que he llevado, de los lugares que visité y de la gente a la que amé". Esas son las casas que a mi me fascinan, las que muestran el alma y la personalidad de su dueño.

D de despedida. Este mes ha fallecido Mary Stewart, una autora adorada por muchos lectores británicos, cuya obra estoy a punto de descubrir.
E de Estefanía. Por la pizza de un metro, la botella de Chianti y el abrazo fatal del cojín oso…Por todos los buenos momentos que paso contigo amiga.
F de fresas con nata. He perdido la cuenta de todos los cuencos que me he comido este mes.
Asomarte a la ventana y tener estas vistas. Vaya casa
te agenciaste Monet :)
G de Giverny, la casa donde Monet vivió durante 43 años y que pudimos visitar el pasado fin de semana. Todos los elementos del impresionismo están reunidos en este pequeño paraíso: la luz, la naturaleza, el color…Un placer para la vista.
H de Hampstead no podía ser de otro modo. No dejéis de ir si visitáis Londres; ¡ah! y no olvidéis vuestra cesta de picnic :)
Iva por Tyrion Lannister, uno de mis personajes favoritos de Juego de tronos, y esta frase: "I demand a trial by combat". ¡Que escena por favor!
J de Jane Campion, la presidenta del festival de Cannes de este año y una de mis cineastas favoritas. Si no lo habéis hecho, dadle una oportunidad a Bright Star o a The piano. Pura belleza. 
Kpor esta canción de PinK Martini. Es inevitable, sale el sol sobre París y de lo único que se tiene ganas es de pasear por las orillas del Sena. "Je ne veux pas travailler, je ne veux pas dejeuner…" :)
¡Ojalá me cruzara una de estas por 
la calle! Fuente
L de Little Free Library. Otro de esos descubrimientos que como el reading nook te hacen soñar. ¿Imáginais una mini-librería gratuita en la puerta de cada vecino? Coge un libro y deja otro; esa es la idea que se esconde detrás de estas casitas de madera. 
A mi me ha recordado al buzón que Laurie comparte con las hermanas March en Mujercitas. ¡Que pena no tener uno en casa!
M de Marriage à la mode. Esta es una de las pinturas que más ganas tenía de ver en la National Gallery de Londres. Mirad con detalle cada una de las pinturas de la serie: el arreglo del contrato, la vida disipada, la infidelidad, el ajuste de cuentas, la deshonra… Esa es la visión que tiene Hogarth acerca de los matrimonios de conveniencia; un arreglo muy  común en la Europa del siglo XVIII.
Nde Norte y sur, en este caso de la adaptación de la novela realizada por la BBC en 1975. Una componente del Club Pickwick lo compartió en la página del grupo y después de haberlo visto, no he podido evitar compartirlo con vosotros. Claro que, para mi solo existe un Mr. Thornton: Richard Armitage :)
O de de Once upon a restaurant…Mirad estas imágenes e intentad decidíos por una de las sugerencias de la lista. ¡Madre mía! Aquí uno se podría alimentar solo con las vistas.
Dos de los vestidos de la exposición
París 1900. Eran perfectos.
P va dedicada a la exposición que visitamos ayer mismo en el Petit Palais, Paris 1900. Una verdadera inmersión en ese París exuberante de la Belle Époque, que desapareció con el estallido de la I Guerra mundial.
Q de Quino, el grandísimo dibujante que ha recibido este mes el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Por tiras como ésta, por su filosofía, por Mafalda…¡Gracias Quino!
R de Restaurant Capucine Café. Os sigo dando pequeñas pistas para comer en París; esta brasserie está al ladito de la Ópera Garnier, se come muy bien y el servicio es agradable y atento. Mi cuñada y yo entramos por casualidad y salimos la mar de satisfechas. Espero que os guste si lo visitáis. 
S por el jardín  de Saint Gilles Grand Veneur. Casi en confidencia os invito a descubrir uno de esos pequeños jardines que se esconden entre las calles de París. Es un sitio tranquilo donde poder leer en paz; además con la llegada de mayo se llena de rosas.
T por The Lady una revista inglesa que descubrí por casualidad en el aeropuerto.  La cogí para entretenerme durante el vuelo y la verdad es que fue todo un descubrimiento. Me encantaron los contenidos y el hecho de que sea la revista británica más longeva, ya que se empezó a publicar nada más y nada menos que en 1885. Uno de los artículos que más disfruté hablaba sobre Catherine Hubback, sobrina de Jane Austen y pionera en el Oeste americano. 
Que pena no poder comprar los siguientes números de la revista :(
U por la plUma de Jack London. ¡Como he disfrutado de la lectura de Martin Eden! 
V de verano. Todavía no ha llegado, pero ya huele a él en cada esquina. 
W de Warwick Square, Pimlico y The belgrave, el que fue mi rincón de Londres y al que desearía volver mañana mismo.
X por todas las mujeres excelentes que, como Mildred Lathbury, disfrutan de las pequeñas cosas de la vida. 
Mi café de la tarde, galletas de
zanahoria y nueva lectura.
Y por yaya, mi yayita Carmen que, después de 100 años, nos ha dejado este mes. Seguro que en estos pocos días ha conseguido hacerse indispensable en las cocinas y en las mejores fiestas del cielo.
Y como broche final Z de zanahoria, el ingrediente principal de estas galletas que son una verdadera perdición.  Si os gusta el pastel de zanahoria (yo tengo una grave adicción) ¡no dejéis de probarlas!

Un beso grande a todos y ¡muy feliz entrada en el mes de Junio!

Martin Eden de Jack London

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La edición española está
disponible en Alba.
Después de tantos años esperando en la estantería por fin le he dado una oportunidad a Jack London. No se si será algo muy extendido, pero, en mi ignorancia, yo siempre asocié su nombre a una serie de novelas de aventuras dirigidas a un público mayoritariamente juvenil
Alaska, los mares del Sur, la fiebre del oro, la vida de los marinos... esos eran los temas que yo esperaba encontrar en sus novelas; pero, al leer la sinopsis de Martin Eden, empecé a darme cuenta de mi error.
En ella aparecían términos y personajes bastante alejados de ese universo London que yo había creado tan parcialmente: socialismo, individualismo, Nietzche, burgueses y proletarios...
Ese juego de contrarios y el hecho de que fuese presentada como la autobiografía del propio London me hicieron decidirme. Conocería al escritor a través de Martin, su alter ego en la ficción. Un personaje que a día de hoy me ha marcado para siempre.

Martin Eden, protagonista indiscutible de la novela, es un joven marinero, robusto y atractivo, que vive en Oakland, California a finales del siglo pasado. Curtido en experiencias de todo tipo, reparte sus días entre el trabajo duro, la bebida, las chicas y alguna que otra pelea.
Mansión de Oakland, California 1897.
Esta vida simple y monótona se altera cuando por casualidad conoce a Ruth Morse, una joven de buena familia estudiante de literatura. Ella encarna todas las virtudes de su clase: el saber, el refinamiento, la cultura... y Martin, aún siendo consciente del abismo que les separa, se enamora perdidamente de ella. 

Decidido a hacerse digno de Ruth, empieza a instruirse para abandonar la vida miserable que ha conocido hasta ahora y la literatura será el medio elegido para conseguir su objetivo. 
Lo que Martin no espera, cuando llega al final de su aprendizaje, es que el mundo al que tanto ansiaba pertenecer no es tan brillante como imaginaba.



Una sorpresa y un buen golpe de derecha es lo que me ha proporcionado la lectura de esta novela. La sorpresa, al descubrir lo alejado que está Jack London de la imagen que me había formado de él y el golpe por la lección que me ha brindado en estas páginas.


Ruth y Martin tal y como los he imaginado.
Martin Eden empieza como un romance prohibido y, poco a poco, va convirtiéndose en el relato de la lucha vital de un joven contra el medio al que pertenece.  Capítulo tras capítulo, London nos regala una profunda reflexión acerca de las clases sociales, el arte, la cultura, la instrucción y las apariencias, firmando uno de esos libros que reafirman las ideas de algunos lectores, al mismo tiempo que hace tambalearse las de otros.

Nada podía haberme preparado para esta novela y menos para su impactante final. 
La historia se abre con el encuentro entre dos mundos y dos personas completamente opuestas, Ruth y Martin: la delicadeza frente a la fuerza, el saber contra la ignorancia, la riqueza versus la pobreza
Es fácil comprender la intensa atracción  que sienten el uno por el otro. Ella por la fuerza y la osadía de ese "salvaje" tan distinto a todos los hombres que ha conocido. Y Martín por encontrarse ante el ideal de inocencia, belleza e inteligencia que hasta ahora le había sido vetado. 

"Martin la devoró con la mirada. ¡Vivir por una mujer así! Por conseguirla, conquistarla y morir por ella. Sin duda los libros tenían razón: mujeres así existían".


A partir de ese instante, solo vivirá con un objetivo: convertirse en un hombre digno de ella. Para ello emprende una carrera contrarreloj con el fin de mejorar su aspecto, refinar sus modales e instruirse a través de los libros de la biblioteca pública. Sus esfuerzos me conmovieron completamente y aún más la transformación que experimenta a través de la lectura. 

El mundo de los libros se abre ante él como un paraíso fascinante. En ellos encuentra todo lo que andaba buscando y, muy pronto, gracias a su sed de conocimientos y a su inmensa capacidad de reflexión, Martin empieza a ponerse a la altura de Ruth, superándola incluso, al menos en el plano intelectual.  
Sin embargo el abismo entre las clases a las que pertenecen, continua separándoles, y el camino que elige Martin para equipararse a ella, el de convertirse en escritor de éxito, no es en absoluto el más sencillo.

Jack London, al igual que Martin, también se
enamoró en su juventud de una joven burguesa,
Mabel Applegarth. En ella se inspiró para
crear el personaje de Ruth.
Con él viviremos y sufriremos el tortuoso camino del aspirante a escritor; y esta parte de la novela, tengo que reconocerlo, es una absoluta maravilla. Solo puedo invitar a todo aquel que aspire a escribir profesionalmente, a que lea Martin Eden. Nunca había leído con tal realismo y fuerza los sacrificios que han de hacerse en nombre de la pluma, el arte, y la verdadera literatura. 

Martin conocerá en este desafío solitario, la incomprensión de sus allegados que ven como se muere de hambre en pos de su sueño literario; también los continuos rechazos de las editoriales, la desilusión con cada manuscrito que le es rechazado y la esperanza de triunfar al fin con el siguiente.

Una verdadera carrera de fondo que al final se verá recompensada con el éxito, pero también con una dolorosa revelación.

Hasta el universo social más brillante puede estar podrido por dentro. Ante Martin se desplegará la hipocresía de la sociedad burguesa, que lo idolatra en su triunfo cuando lo condenaba en su pobreza; también  la falsedad del mundo editorial, formado por editores y críticos que encumbran la mediocridad, condenando el talento de verdaderos artistas.

Jack London, aventurero y escritor.
Si, Martín conseguirá sus objetivos: Ruth, la fama y la posición; pero el precio a pagar será demasiado alto. En el camino ciego de la ambición, y de la gloria personal olvidará de donde viene y, por primera vez, se encontrará solo, aislado en una cima dorada de la que ya le será imposible descender.

Martín Eden es una historia desgarradora. Muchos lectores de la época vieron en ella la realización delsueño americano. El hombre hecho a si mismo que con su esfuerzo consigue llegar a lo más alto; pero no consiguieron entender el final ¿por qué London decidió darle ese destino a su protagonista? ¡Si ya lo había conseguido todo! ¿No es el éxito y la fortuna la base de la felicidad?
El mismo autor les proporcionó la clave al afirmar que en realidad escribió esta novela como una dura crítica al individualismo. Quiso demostrar que hasta el más fuerte de los hombres puede quebrarse y caer, si olvida que el camino de la vida no está hecho para ser recorrido en solitario.

Esta lectura me ha marcado profundamente y espero que si le dais una oportunidad también consiga impactaros del mismo modo. No solo me he reafirmado en algunos de los valores que defiendo, también me ha permitido conocer un autor que ya ha dejado de ocupar un segundo plano en mi estantería.

Un fuerte abrazo y como siempre ¡muy felices lecturas a todos!

PD. Martin Eden ocupa el año 1909 en mi Century of books

Montolieu, village du livre.

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Silueta de Montolieu desde la carretera.
La semana pasada estuve más callada que de costumbre porque Jean y yo volvimos a hacer las maletas para hacer una visita al Languedoc, la región de donde él es originario. Aunque el principal objetivo era visitar a la familia, aprovechamos que no estábamos demasiado lejos, para acercamos a un sitio que estábamos deseando conocer. Bueno, seamos sinceros, que alguna loca de las librerías deseaba conocer.                                                           El lugar en cuestión era Montolieu, un pintoresco pueblecito, situado a pocos kilómetros de Carcassonne, que forma parte de los denominados Village du livre. Entre sus calles hay repartidas 13 librerías con más de 200.000 libros disponibles, la mayoría de ellos de ocasión. Y si para Borges el paraíso debía ser una especie de biblioteca, el mio sería una especie de librería de ocasión, así que imaginad lo contenta que iba yo por Montolieu :)

Por todo el mundo hay repartidos varios Villages du livre, siendo el más famoso Hay on Wye, pionero de esta fantástica iniciativa de devolver la vitalidad a núcleos rurales a través de los libros. Fue María, gracias a la preciosa entrada que le dedicó en su blog, la que me descubrió Hay on Wye. Estoy segura de que nada más leer sus notas de viaje os entrarán unas ganas enormes de salir corriendo a Gales. 
Para que podáis haceros una idea de todos los Pueblos del libro que podéis visitar, aquí os dejo la lista completa. ¿Que bien nos sentaría hacer un tour por todos ellos verdad? 

Nosotros por el momento tachamos de nuestra lista Montolieu y recordaremos con cariño una vista muy agradable pero bastante solitaria. No es que esperásemos encontrar a mucha gente, dado que era un día entre semana, pero es que fue impresionante; en el pueblo estábamos complétamente solos, ni un habitante, ni un turista, nadie. Menos mal que se paseaban por allí algunos  gatos. Había señales de vida y ni rastro de epidemia, podíamos respirar tranquilos :)
Así pues, dueños absolutos del pueblo y sus alrededores, pudimos ir de librería en librería con total tranquilidad, buscando entre montañas de libros, paseando nuestros ojos de izquierda a derecha, arriba y abajo, con mucho cuidado de no dejar ninguna estantería sin fisgar. 

Todas las librerías de Montolieu tienen encanto y unos nombres bonitos y evocadores: La rose des vents, La lettre Volée, Au temps jadis...
Pero si tuviera que elegir, me quedaría con Alcyony La manufacture. La primera es extremadamente pequeña pero preciosa y bien surtida (recordaré siempre que aquí conseguí un nuevo Goudge);  la segunda, situada en una antigua fábrica de tejidos, es un auténtico paraíso. Unas escaleras semiderruidas te guían hacía el jardín por el que se accede a la librería y una vez dentro… 600 m2 a recorrer y  más de 40000 libros entre los que escoger. ¡Podría haberme quedado allí el día entero! Montañas de libros,  enormes ventanales desde los que solo se vislumbran retazos de bosque, el sonido del río que bordea la antigua fábrica…¡un sueño!


Como os dije, ni un alma en las calles.
Anda mira si que hay señales de vida; una mujer de incógnito
haciendo de las suyas :)
Libraririe La manufacture. Una maravilla.
Librairie La Massenie, regentada por uno de los libreros
más encantadores que he conocido.
Una de mis favoritas, Librairie Alcyon. En la planta
superior tienen una colección de libros de bolsillo
que es un tesoro.
La agradable placita donde está el restaurante Le marque page.
Totalmente recomendable.
Y no podía despedirme sin enseñaros el botín que traje conmigo. Todos son ejemplares de ocasión y sus precios oscilan entre los 2 y los 6 euros. ¡Ay que contenta me vine para casa! 


La niña del faro de Jeanette Winterson. Esta compra se la debo a las preciosas reseñas que Rusta y a Ana Blasfuemia hicieron de este libro. Lo busqué en español por todas partes pero me fue imposible encontrarlo. Por eso me dio una alegría enorme encontrarlo en Montolieu. 
Esta es la historia de un viejo guardián de faro ciego y la niña que le acompaña. De las historias que ambos comparten en un recóndito paraje de Escocia.
Espero disfrutarlo tanto como ellas.

Monteriano de E.M Forster. Sumo con esta novela otro ejemplar de Forster, cuando todavía tengo esperando Howard's end y Pasaje a la India en  casa; pero es que me fue imposible resistirme. Monteriano me lleva de nuevo a Florencia y seguro que me trae agradables recuerdos de Una habitación con vistas.

Felicité de Katherine Mansfield. Imposible no traerlo conmigo. Desde que la conocí a través de su Diario, Katherine se ha convertido en una buena compañera de camino. Cuando leo sus escritos, me resulta tan cercana, que incluso creo oír su voz en mis oídos. 
Esta recopilación de relatos fue publicada bajo el título original Bliss and other stories, y podéis encontrarla en la edición española de Cuentos completos de Katherine Mansfield.

The middle window de Elizabeth Goudge. Mi pequeña biblioteca Goudge sigue creciendo, y esta vez añado la que fue su segunda novela, escrita a continuación del País del delfín verde. En esta ocasión Goudge nos invita a un viaje por las Highlands escocesas donde pasado y presente se unen a través de una historia de amor. ¿Un viaje por Escocia? Como iba a hacerle yo ascos a eso :)

¿Soy una esnob? de Virginia Woolf. Que Virginia se hiciese a si misma esa pregunta no es nada extraño, ya que recibió críticas de esnobismo en multitud de ocasiones. En esta recopilación de ensayos la escritora reflexiona sobre ello y sobre varios temas como: el valor de la risa, de la apariencia, de la posición social…
Como siempre tratándose de Virginia, un material excelente del que extraer valiosas reflexiones.

Précoce automne de Louis Bromsfield. Este es uno de los títulos que había apuntado en la lista de mi Century of books, así que en cuanto lo vi lo metí en la cesta. Ésta historia ambientada en la Nueva Inglaterra de los años 20 ganó el premio Pulitzer de 1927 y esta inspirada en los retratos de la alta sociedad americana hechos por Edith Wharton y Henry James. Veremos hasta donde llegan las comparaciones y en que despunta el estilo propio de Bromsfield.


Pues que me perdone la Señora Gibbons
pero la historia tiene buena pinta :)
Sarn de Mary Webb. En cuanto leí el nombre de esta autora supe que me sonaba de algo. Y efectivamente había leído acerca de ella cuando compré La hija de Robert Poste de Stella Gibbons. En su célebre novela, Gibbons realizaba una incisiva parodia de los relatos rurales que triunfaban en la Inglaterra de principios del siglo XX y una de las principales parodiadas fue Mary Webb y su novela Sarn.
La curiosidad y la preciosa edición ilustrada que tenía en la mano me hicieron decidirme a comprarla. Creo que voy a leerla justo antes que la novela de Gibbons ¿con cual de las dos autoras me quedaré? 

Les saisons et les jours de Caroline Miller. Segundo premio Pulitzer de la lista (1934) para esta novela que narra la vida de una pareja de pioneros en la Georgia del siglo XIX.  Un testimonio sobre el Sur profundo de los Estados Unidos, alabado por otra autora galardonada con el Pulitzer, Margaret Mitchell. No he leído Lo que el viento se llevó (hay que ponerle remedio a eso) pero le daremos un voto de confianza al paladar literario de Mitchell.

Y nada más por hoy, solo desearos como siempre, muy felices lecturas.

PD. Acompaño en el sentimiento a todos los seguidores de la Roja. ¡Mare meva quin desastre!

Ana la de Avonlea de Lucy Maud Montgomery

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Después de Martín Eden, y su brutal mensaje, necesitaba de una novela que contagiase optimismo y alegría en cada una de sus páginas. 
Con esto en mente, empecé a buscar entre mis estanterías tanteando un título tras otro, cuando de repente, lo vi clarísimo ¡Ahí te quedas mundo cruel, yo me voy a Avonlea!

Hasta hace muy poco tiempo esto era casi imposible en nuestro país, ya que, como os comenté en la entrada de Ana la de Tejas verdes, los libros de Lucy Maud Montgomery han estado descatalogados desde 1995, año en que fueron publicados por la editorial Salamandra. Pero ahora que por fin Toro Mítico ha tomado la iniciativa de reeditarlas ¿no os apetece conocerla?

En este segundo tomo de la serie, Ana esta a punto de cumplir 17 años. Como ya vimos al final del anterior libro, sigue viviendo en Tejas Verdes junto a Marilla y ante ella se presenta un gran desafío, convertirse en la maestra de Avonlea. ¿Estará a la altura de los ideales que se ha marcado? ¿o sus alumnos conseguirán mostrarle la cara menos amable de la enseñanza? 
Afortunadamente, Ana contará con la ayuda de todos esos personajes que la han acompañado desde su llegada a Tejas Verdes: Marilla, Diana, Rachel, Gilbert y el recuerdo de Matthew.
Junto a ellos y un buen ramillete de nuevos personajes, Ana conseguirá afianzar su carácter y atravesar por fin esa etapa crucial de la vida en la que se ha de dejar atrás la niñez para entrar en la vida adulta.



Creo que pocos halagos puedo añadir a los que ya hice en mi primera entrada. Los libros de Anne Shirley son una cura para el alma; una ventana abierta a la niñez y sus ensoñaciones, a todos esos pequeños placeres que tanta felicidad pueden aportarnos, aunque a veces ni siquiera reparemos en ellos. No importa si se trata de una primera lectura o si los personajes son ya viejos conocidos. El que se adentra en el pueblecito de Avonlea y pasa una tarde entre los muros de Tejas verdes, se sentirá ligado a él para siempre.

En esta segunda entrega Ana sigue siendo la misma pelirroja soñadora y traviesa que conocimos, aunque mucho más comedida. Claro, los años no pasan en balde y el momento ha llegado en el que debe enfrentarse a la vida real y a las responsabilidades que conlleva.

La escuela de Avonlea
Esa primera toma de contacto con la vida adulta se la proporcionará su trabajo como maestra en la escuela de Avonlea, por eso las escenas escolares constituirán una de las partes más destacadas de la novela.
Gracias a ellas, conoceremos las bendiciones y también los disgustos que acarrea la docencia. Al final ¿conseguirá Ana alentar la ambición, moldear convicciones y transmitir sólidos valores a sus alumnos?
No quiero adelantar acontecimientos, pero como muchas veces sucede con los docentes primerizos, la práctica estará muy alejada de la teoría, para desesperación de Ana.


Durante esos dos años que pasa como maestra, lapso de tiempo que abarca la novela, nuestra protagonista irá conociendo a nuevos personajes que la marcarán de una u otra forma: los mellizos Davy y Dora, que debo reconocer no son santo de mi devoción, el solitario Sr. Harrison y, sobre todo, la Señorita Lavendar y Paul Irving. ¿Recordais esa expresión de Ana en la que hablaba de personas con almas afines?
Eso es exactamente lo que estos dos personajes serán para ella. Los tres comparten ese carácter soñador e imaginativo que permite, a quienes lo poseen, conservar el espíritu infantil por mucho que pasen los años.
Ana, Rachel y Marilla en el porche de Tejas verdes.
Pero aunque Ana quisiese parar el tiempo, la vida y sus cambios la empujan inevitablemente hacia el futuro. Dos acontecimientos, el compromiso de Diana y su marcha a la Universidad, le harán darse cuenta de que es momento de pasar página.
¿Que le deparará su paso por la universidad? ¿encontrará, tal y como ha hecho Diana, al hombre ideal que siempre ha soñado? Todo queda en el aire una vez cerramos la novela. 
Lo único que Lucy Maud Montgomery comparte con nosotros es el futuro soñado de Gilbert (un personaje que desgraciadamente no tiene mucho protagonismo en este segundo tomo).  
En él, Gilbert vislumbra la recompensa del trabajo duro y a la que espera sea la compañera de su vida: "una chica de grandes y límpidos ojos grises y una cara tan fina y delicada como una flor".
¿Adivinais de quien se trata? :)

Puede que Ana la de Avonlea no tenga la misma frescura, los momentos divertidos y entrañables que la novela que la precede, pero en ella Lucy Maud Montgomery supo mantener el espíritu y los valores que habitan todas las novelas de Anne Shirley: un homenaje al amor, al esfuerzo y a la sencillez. 
Si os hace falta un refugio seguro, id a Avonlea y conoced a sus habitantes. Estoy segura de que una vez cerrado el libro, os será muy difícil dejarles marchar.

¡Muy felices lecturas a todos y feliz inicio de verano :)

Summer Readathon Begins!

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Good morning Readathonianos y lectores!

Una vez más Isi nos ha convocado para acompañarla en un weekend very american/british (a gusto del consumidor), y llega el momento de dar el pistoletazo de salida. ¡Vaya forma más buena de empezar el verano!
Hoy toca desayuno francés: en el plato, pain aux raisins; en
la cesta croissant y chausson aux pommes. Tranquilos que
no he muerto de hiperglucemia, el desayuno era para dos :)
Muchos estaréis ya más que familiarizados con el Readathon, pero por si acaso queda algún despistado, os invito a leer rápidamente la entrada donde Isi ha fijado todas sus bases. Quizás os pique la curiosidad y todavía estáis a tiempo de uníos a nosotros :)

Hoy comienzan pues, tres días de lectura intensa en inglés y de buenos momentos compartidos, cuyo punto culminante será el tradicional desayuno del domingo. Por los distintos blogs participantes han pasado tortitas, scones, porridge, tartas, donoughts…¡Vamos todo lo necesario para llenar un buffet cinco estrellas! Si es que estamos hechos unos cocinillas. (Así en confidencia, en realidad nos da igual cumplir o no el Reto in English, estamos aquí por zampabollos :D)

Los viernes, como marca la tradición readathoniana, es día de presentaciones así que, mientras comparto desayuno con vosotros (esta vez à la française), os presento  a los que van a ser mis compañeros de fin de semana: una biografía y una novela.

La biografía de Emily Brontë escrita por Winifred Gerin será mi primera lectura. Como la empecé antes de ayer, ya llevo un buen tramo leído; si todo sale como tengo previsto, espero terminarla esta noche. 
Emily acaba de llegar a Bruselas. 
En cuanto a Greenery Street, la novela Persephone que he elegido, la voy a reservar para el sábado y el domingo. No se si habré sido demasiado optimista, pero bueno se hará lo que se pueda y ya veremos como voy de avanzada cuando llegue el domingo por la noche.

Si consigo terminar ambos, llevaré en la cuenta de mi Reto in English 8 libros leídos. Tendré que ponerme las pilas si quiero llegar a los 20 a fin de año :) 

A lo largo del día de hoy y de mañana iré actualizando esta entrada con todos mis progresos. El domingo ya os recibiré como Dios manda con unas buenas tortitas :)
Por ahora nada más. ¡Muy feliz inicio de Readathon para todos!

Sábado
12.00  
¡Buenos días a todos!

Se supone que hoy empieza el Readathon de verano, pero…¡menuda mañana hace por aquí! Desde ayer por la noche no ha dejado de llover y ahora con el fresquito que está entrando  por las ventanas, si me dijeran que estamos en pleno mes de Octubre me lo creería a pies juntillas. 
Anoche como tenía previsto, pude terminar la biografía de Emily y creedme que lo hice casi con lágrimas en los ojos. Creo que es la primera vez que una biografía consigue hacerme sentir tan cerca de su protagonista. 
No se como de fiel es el retrato que Winifred Gerin hace de la más enigmática de las hermanas Brontë, pero yo quiero creer, y creo, que Emily fue tal y como ella nos la presenta; una mujer excepcional y generosa, dotada de una vida interior tan inmensa e indómita como los páramos que tanto amaba.

He tomado decenas de notas de este libro; citaciones, extractos de cartas, descripciones de la propia Gerin, varios poemas de Emily…Es que le he tomado tanto cariño que me duele tener que devolverlo a la biblioteca. Creo que no me va a quedar más remedio que hacerme con un ejemplar propio a atesorar.


Me encanta la ilustración de la portada
original.

Y en cuanto a la lectura de esta mañana, la cosa no va nada mal. Llevo desde hace una hora  con Greenery Street y, aunque es pronto para dar valoraciones, me está gustando mucho. Ian y Felicity por fin han conseguido el acuerdo familiar y van en busca de su primera vivienda como recién casados.
No se porque pero me da en la nariz que van a ser muy felices :)

Ahora voy a seguir leyendo hasta la hora de comer y después me toca un descansito porque nos vamos a las rebajas. Va a ser una auténtica locura, porque veré escenas al estilo de "Cuando ruge la marabunta", pero…¡Aux armes, citoyens! :)

¡Que disfruteis de vuestras lecturas Readathonianos!

21.30

Por fin de vuelta después de una tarde movidita. Como esperaba las tiendas estaban abarrotadas de gente y encima hemos cogido un atasco épico a la hora de volver a casa. Menos mal que hemos encontrado alguna ganga que otra, sino habríamos terminado haciéndonos el haraquiri :)

Gente de otro planeta que se queda en la terraza
aunque esté lloviendo a mares :)
Buscando una cafetería donde merendar nos hemos cruzado con un Pret e irremediablemente nos han venido un montón de recuerdos de Londres: la lluvia, un Pret, Greenery Street…¡Nostalgia british modo en on! :(

En cuanto he llegado a casa he cogido el libro y hasta este momento no he podido dejar de leerlo. Solo he hecho una pequeña pausa para la cena y ahora mismo ya voy por el capítulo 6. 

Ian y Felicity ya están instalados en su casita del 23 de Greenery Street y han empezado su vida de casados. Es un auténtico placer acompañarles en sus pequeñas labores cotidianas. En algunas de ellas es fácil reconocerse, aunque en otras…
Felicity ya me ha recordado a la dama de Provincias cuando se agobia por las tareas domésticas. Y eso que las dos tienen varias personas de servicio para ayudarlas :) 

Por hoy nada más, ¡hora de cerrar el libro!
Hasta mañana Readathonianos :)

El Readathon continua, pero…¿donde están las tortitas?

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A falta de desayuno de hoy, tendré que conformarme con ver los anteriores .
Desgraciadamente deben estar en un universo paralelo, porque en casa no han hecho acto de presencia. 
¡Ay que desastre! Me he dormido y no me ha dado tiempo a hacer el desayuno tradicional :(

Isi ten piedad de mi y no me penalices, prometo cumplir en el próximo Readathon.
Como estoy triste y encima sin desayuno ¿no te importaría mandarme uno de tus donuts? Todavía estoy soñando con ellos :)

Bueno y a falta de american breakfast tendré que compensar con mucha lectura in english. Hace una hora escasa que he vuelto a coger Greenery Street y he avanzado hasta el capítulo 8 (de los 13 que tiene el libro). Poca intriga puedo contaros porque básicamente, la historia permanece en el mismo punto donde la dejé capítulos atrás. Seguimos siendo testigos del día a día de Felicity y Ian, de sus pequeños problemas de dinero y de las relaciones que tejen con algunos vecinos de Greenery Street.
Me ha encantado colarme en la biblioteca que el matrimonio ha reunido en su casa (es que me encanta cotillear en estanterías ajenas); no está muy bien surtida que digamos, y aunque me alivia ver que Felicity hace uso del préstamo de la librería, está claro que no son una pareja muy lectora.

Ahora una pausa para comer y después toca pasear un poco. Ha salido el sol y hay que aprovecharlo :)
Espero que todos hayáis disfrutado de vuestros desayunos. Tenían una pinta…¡madre mía quien los pillara!

16.30 
Parece que la lluvia nos ha dado una tregua :)
Vuelta a casa después del paseito. Ya que no he podido hacerle honor esta mañana a la gastronomía anglosajona, por lo menos he tomado una taza de té esta tarde. Greenery Street se ha venido conmigo, aunque reconozco que lo he paseado más que otra cosa, porque ni Jean le ha hecho caso al periódico que llevaba, ni yo a mi "libro gris".
Nos hemos dedicado a cotillear en la cafetería del jardín del Petit palais. Se está tan a gusto  sentado en una de sus mesitas verdes…

Veremos como avanza la lectura esta tarde :)

Junio de la A a la Z

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Junio es tiempo de rosas.
Se va otro mes, pero permanecen los buenos recuerdos y algunas ideas... ¡Aquí tenéis el nuevo de la A a la Z! 
A por Alma-Tadema y la pintura victoriana, una exposición que pudimos disfrutar hace unos meses en París y que ahora ha llegado al Thyssen. Si os gusta el siglo XIX y podéis hacer una escapada a Madrid ¡No os la perdáis! 
B por el Bosque de les fades. Un lugar escondido donde   no es difícil encontrar nuevas oportunidades e ilusiones. ¡Gracias Mónica por haber creado un lugar como este!
C de Charles Courtney Curran; uno de esos pintores que, al igual que Sorolla o los Pintores de Skagen, me recuerdan al verano. Sus mujeres vestidas de blanco, el protagonismo del mar y de las gentes que viven de él, sus cielos azules…¡No me canso de esas imágenes!
Dde despedida; la del blog de Antonio Muñóz Molina, Escrito en un instante. Como voy a echar de menos sus reflexiones y los debates que desencadenaban.
E de España vista por los vecinos. Aquí os dejo la emisión del programa francés Le petit journal donde trataron la abdicación del Rey. Varios fragmentos están en castellano, y los que no, pueden parecerse a esto: "Oh superbo a tuta l'ora". Aprende español (o algo parecido) con Yann Barthès :)
F por les fogueres de Sant Joan, la fiesta grande de Alicante y por la fotografía que os muestro más abajo; tomada por uno de los fotógrafos más talentosos que conozco, Borja López.
Instantáneas en los jardines de Vaux le Vicomte.
Gde gastronomía; justo la que se puede ver en Deliciosa Marta, una película que ya tiene bastantes añitos pero que yo acabo de descubrir este mes. Me ha encantado.
H por el primer helado de la temporada, un cucurucho sabor noisette de Berthillon.
Ipor el Intercambio París-Londres con Halcombe :)
J por la Journée grand siècle de Vaux le Vicomte. Un día en el que mi palacio favorito de la región se engalana como si estuviésemos en pleno siglo XVIII: vestidos de época, picnics sobre la hierba, paseos en barca…¡Un placer para la vista!
K por el Kiosque de concerts del Jardin du Luxembourg. Si venís a París en verano, sentaos un buen rato bajo los castaños y  disfrutad de la música. Esta es la programación de conciertos de este año.
L por la lavanda en flor de mi querida Provenza. Ya casi está aquí el momento de la cosecha y aunque estoy a cientos de kilómetros de distancia, siento al mirar las fotografías, que casi puedo ver y oler los campos de Valensole.
M de Mónaco, una de las bebidas que me gusta beber cuando llega el calor. Cerveza, limonada y sirope de granadina; una mezcla extraña pero que funciona.
N por la noche de risas y cine que me pegué con Jean viendo Las locas aventuras de Rabbi Jacob
Tomado el sol en los jardines de la Promenade Pereire y
escuchando música en el Jardín de Luxemburgo.
O por la gran exposición del Institut du monde Arabe sobre el  Orient express. ¡Uno no se sube todos los días a esos vagones! La lástima es que no se movieron de la estación. 
P de Promenade Pereire. Un lugar excelente para disfrutar de uno de los pasatiempos favoritos de los parisinos ahora que llega el buen tiempo. Tumbarse en cualquier espacio verde y disfrutar del solecito.
Q de quiche au chèvre, tomates confites et basilic (queso de cabra, tomates secos y albahaca). Una quiche que está para chuparse los dedos, facilísima de preparar y genial para las comidas de verano. (Si alguien quiere que traduzca la receta, lo haré con mucho gusto en los comentarios).
R por el Readathon de Isi. Aunque esta vez me quedé sin tortitas lo pasé genial como en el resto de convocatorias.
S de Sète. La ciudad de donde es originario Jean y a donde pudimos viajar a principios de mes. Que bien sienta reencontrarse con el Mediterráneo, con el sabor de las brochetas de pescado fresco y marisco y con el acento cantarín del sur. Querida Pilar espero que disfrutes muchísimo de Sète cuando la visites :)
¡Impresionante Borja!
Tpor la tragedia que viví al ver morir a Oberyn Martell, la Vívora roja. ¡Te sigo llorando Oberyn!
U por este episodio de Un país para comérselo dedicado a Alicante. Me gustaron mucho todas los programas, aunque claro, este ocupa un lugar especial. Empieza con esta frase: "Dicen que la mejor medicina para el alma y el espíritu es el mar…". 
En mi caso, estoy de acuerdo.
V por Van Morrison y esta canción que me llena de energía. Chicas de ojos marrones, va dedicada a todas vosotras :)
La W  va dedicada a Winifred Gerin y a su maravillosa biografía de Emily Brontë. Tras la lectura me ha sido imposible decirle adiós a Haworth y me he lanzado a leer la biografía de Charlotte, escrita por la misma Gerin.
Xde eXperiencia compartida. Esta vez con los componentes del Club Pickwick y nuestra lectura de La pequeña Dorrit. ¡Ya estamos en marcha!
Ambientadas en la IGM, período
de entreguerras y la IIGM.
Y por Mary Wesley, otra autora británica que acabo de descubrir y con la que voy a estrenarme este verano. Encontré tres de sus novelas en los bouquinistes del Sena y espero que su contenido valga muchísimo más que la miseria que me costaron.
Y para terminar Z de cereZas. Un cuenco tras otro. Sin tregua.

¡Muy feliz mes de julio a todos!

PD. No me puedo despedir sin felicitar a la cumpleañera que más quiero en el mundo. ¡Felicidades en tu día mamá! Esta musiquita, que tan bien conocemos, es hoy solo para ti.

The English Air de D.E Stevenson

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Aquí casi puede sentirse
el aire que sopla
en Inglaterra.
En octubre de 2012, D.E Stevenson llegó a España de la mano de Alba editorial. Desde entonces las aventuras de su más célebre heroína, Barbara Buncle, han conquistado por unanimidad a todos lo que se han acercado a ellas. Mi intención era descubrir a Stevenson a través de Barbara, pero una visita a la librería alteró por completo mis planes.
Rebuscando en un cajón de saldos de segunda mano encontré The english air y madre mía que alegría me llevé. Aunque fuese con una novela diferente por fin iba a leer algo de la autora; además el libro tenía buenísima pinta: una portada preciosa y una trama con todos los ingredientes para gustarme.

La historia arranca en el verano de 1938 cuando, Franz von Heiden, un joven alemán afín al NSDAP, viaja a Inglaterra con la misión de enviar informes sobre la vida del país y su capacidad de reacción frente a un posible conflicto.


Wynne y Franz en la portada
original de 1940.
Todo parece sencillo, ya que siendo inglés por parte materna, Franz puede contar con los conocidos de su madre para poder llevar a cabo sus investigaciones.
Así es como llega a Fernacres, la propiedad de la familia Braithwaite; si bien es cierto que en un principio Franz choca con la falta de disciplina y la mentalidad abierta que tienen sus anfitriones, pronto termina por caer bajo su encanto, y en especial bajo el de la joven y divertida Wynne.

Dividido así entre la lealtad a su país y la nueva libertad que ha encontrado en Inglaterra, Franz no tendrá más remedio que tomar partido, ya que el verano que acaba de pasar en Fernacres, será el último de paz para Europa.

                                       

Deliciosa, encantadora, fresca…Cada vez que leía un comentario sobre alguna novela de Stevenson,  prácticamente de cualquiera de las cuarenta y cinco que escribió en su prolífica carrera, me encontraba con esos calificativos. Ahora que por fin puedo hablar con conocimiento de causa, afirmo sin dudar  que no se equivocaban.

The english air es una lectura deliciosa y confortable, todo un homenaje a los paisajes de Inglaterra,  a las costumbres y a la mentalidad de su gente. Para mi ha sido como contemplar una de esas postales británicas antiguas que tanto me gustan. Esta vez con un enclave costero como protagonista. 
Sirviéndose del aprendizaje de Franz, Stevenson traslada a sus lectores al día a día de una familia británica, y eso para cualquier amante de lo british ya es un punto favorable para disfrutar de la novela. 
Fiestas en el jardín, picnics en la playa, paseos en coche por la campiña, veladas amenizadas de música y diversiones… son momentos que hemos vivido una y otra vez en muchísimas novelas británicas, pero una vez más funcionan. Vivir una temporada con los habitantes de Fernacres es casi como disfrutar de unas vacaciones anticipadas.


Postal inglesa de 1940 y grupo de jóvenes de la Juventudes
hitlerianas.
Wynne, su madre Sophie, su hermano Roy que es un joven oficial de la Marina, el misterioso Dane…todos los personajes del libro rebosan de energía y de vida. Son optimistas y alegres, y funcionan como contrapunto perfecto a Franz, un joven taciturno, reservado, rígido y disciplinado. Es un placer ver como este evoluciona desde el primer día de su estancia, cuando desconfía de todo, hasta el momento en que por fin admite lo feliz que le hace esta nueva forma de vivir la vida. 
Gracias a él, Stevenson muestra el contraste entre dos realidades: la de la Alemania militarizada de los años 30 y la de una Inglaterra aparentemente  despreocupada y feliz. Al menos para los jóvenes como Wynne que ven delante suyo un futuro lleno de atractivas posibilidades.

Ante esta situación es fácil comprender la angustia que siente Franz, completamente atrapado en una terrible disyuntiva: que hacer ¿ser fiel a su país y a la misión que se le ha encomendado? o ¿fiel al país donde ha encontrado la felicidad y a la mujer que ama?

Esa es sin duda la mejor parte de la novela, ver como se desgarra la conciencia de Franz; ser testigos de la alegría que experimenta cuando ve que Chamberlain regresa con la firma de paz de Hitler, tras los Acuerdos de Munich, y la tristeza al ver como su líder termina arruinando toda esperanza.
Y es que la palabra de ciertos hombres vale bien poco, y Franz, Wynne y millones de europeos deberán enfrentarse a una nueva guerra. 
Con el estallido del conflicto, cada patriota deberá cumplir con su obligación y Franz decidirá regresar a Alemania. Una vez allí ¿cumplirá con las directrices del partido, o bien la influencia de lo vivido en Inglaterra le hará tomar otro camino?


D.E Stevenson
Estas cuestiones marcan la fase final de la novela. Tendréis que descubrirías vosotros mismos :) Solo os puedo decir que fui incapaz de dejar el libro hasta llegar a un final que me satisfizo enormemente.

The english air empieza en verano y termina en invierno; bascula desde los días alegres de un mundo en paz, hasta la negrura de la guerra. 
Es cierto que podemos achacarle algunos momentos melodramáticos que poco aportan a la historia; también un patriotismo exacerbado hacia todo lo inglés (madre mía esa isla es el paraíso en la Tierra si nos fiamos a pies juntillas de Stevenson) ;  pero si tenemos en cuenta el contexto en el que fue escrita es comprensible. Stevenson terminó de escribir la novela en febrero de 1940 por lo que fue testigo presencial de todo lo que iba narrando. Por eso The english air puede leerse como  un preciado testimonio del último año de paz y el primero de la guerra; y si bien está colmado de incertidumbre, su última página es todo un grito de esperanza.

Si lo encontráis olvidado en alguna librería de ocasión no dudéis en darle una oportunidad y llevároslo a casa. Mi ejemplar ya está esperando como loco nuevos Stevenson que le hagan compañía :) ¡Veremos si por fin le llega el turno a la Señorita Buncle!

Un beso muy grande a todos y ¡felices lecturas!

PD. The english Air ocupa el año 1940 en mi Century of Books.
PD.1 Aquí (pinchad en la pestaña books) os dejo el listado completo de las novelas escritas por D.E Stevenson. A ver si tenemos suerte y se animan a traducir alguna más :)

PD.2 No podía dejar de compartir con vosotros este vídeo que muestra el regreso de Chamberlain a Reino Unido después de haber pactado la paz con Hitler. Oír su discurso inocente y la certitud con la que cree haber asegurado la paz en Europa, a mi me llena de tristeza.

Lecturas de verano 2014

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Un año más, llega el momento de hacer las maletas para volver a casa. Esta vez me he adelantado unos cuantos días con respecto al verano pasado, y…¡menos mal! porque lo que se dice tiempo estival, no lo estamos oliendo mucho por el norte de Francia. Os prometo que estos días hemos estado hasta con mantita y calcetines.

Claro, una mira la imagen de la izquierda y no puede evitar soltar un suspiro, porque ya sabéis lo mucho que disfruto del mar. Quizá no tanto de pasarme y horas tostándome en la playa, pero si de sentirlo cerca, de pasear por la orilla a primeras horas de la mañana y de seguir viéndolo por la ventana aún después de haber vuelto a casa.

Ay verano... Tiempo de comidas ligeras; de ensaladas, gazpachos, brochetas y buenas paellas, como el arroz a banda de mi tierra. Tiempo de helados, granizados y cocktails en terracitas, perfectos para huir del bochorno y disfrutar de buena compañía.

Como me gustan esos días que se alargan eternamente; el olor a bronceador, a melocotón y a corte de chocolate y vainilla; esos olores que traen a mi memoria aquellos veranos lejanos de la infancia. Cuantas historias vividas en primera persona durante las vacaciones estivales y cuantas imaginadas a través del papel. Y es que hay algo en la placidez del verano que invita a la lectura, incluso a aquellos que apenas tocan los libros el resto del año.

Quizá por eso dicen que el verano es tiempo de best-sellers; de historias ligeras que acompañen el aire de evasión que envuelve esta época del año. Pero, en mi humilde opinión, cualquier libro es bueno si ha sido escogido con cariño; con ganas incontenibles de perderse en una trama o en un tema que nos apasione.
En el libro que tengo ahora mismo entre las manos, dice Azorín: "Es necesario advertir que un libro constituye siempre la mitad de la sensación que resulta de la lectura; la otra mitad la ponemos nosotros; nos la proporciona el momento en que leemos, los recuerdos personales que suscita en nosotros la lectura, el estado propicio de nuestro espíritu, etc.,etc. Y así un libro mediano, que no sea preciso leer, puede ser para nosotros una fuente de sugestiones y de placer espiritual, y en cambio otro excelente, de los que es preciso leer, puede parecernos pesado, absurdo y molesto."

Siguiendo la estela de lo citado, yo pienso que poco importa el tipo de libros que metáis en vuestra maleta: buscad alguno que os lleve lejos, que os enseñe, que os conmueva o que, simplemente, os haga reír a carcajadas. Lo único importante, es que nunca falten páginas nuevas en vuestro equipaje :)
Libros que se van a achicharrar este verano :)
Y sin más dilación, paso a enseñaros los polizones que se han colado en el mío: 

La pequeña Dorrit deCharles Dickens 
Este es el libro que estoy leyendo en compañía de las maravillosas componentes del Club Pickwick. Me queda poco poquísimo para terminarlo y... ¡que contenta estoy de haber participado en la lectura conjunta! Lo he disfrutado muchísimo y ya estoy deseando empezar a comentarlo a fondo :)
Con él he paseado por Marsella, por Londres, los Alpes, Venecia y Roma. Montones de personajes, tramas que se entrelazan, injusticias, bondad, misterio, romance...¡Dickens en estado puro!

Los caballeros las prefieren rubias... pero se casan con las morenasde Anita Loos
En cuanto lo vi en el catálogo de Alba me entraron unas ganas enormes de leer este libro ambientado en los locos años 20. Encontré una edición muy barata en francés y ¡ups! Ya no hubo excusa para no comprarlo enseguida. Las protagonistas de la historia son dos amigas de armas tomar que van a hacer temblar a todo hombre que se cruce en su camino. 
Desde su publicación, este libro divertido e irreverente, fue todo un éxito de ventas, así que espero que sea tan divertido como promete... ¡champagne, lujo y jazz para todos! 

Un árbol crece en Brooklyn deBetty Smith 
Este es uno de los libros que estaba deseando releer. Han pasado muchísimos años desde mi primera lectura, y aunque se que me gustó entonces, tengo la impresión de descubrirlo ahora por primera vez. 
Esta es la historia de Francie, una niña que vive con su disparatada familia en los suburbios de Brooklyn. Es fácil reconocerla porque, siempre se la puede ver sentada bajo un árbol, con un libro en las manos. Con ellos crece, en ellos encuentra refugio y sobre todo, ellos le muestran que la vida puede ofrecerle un sinfín de oportunidades, muy alejadas de la realidad miserable en la que vive. 
Todo un candidato a Coup de coeur.

Quand rentrent les marins de Angela Huth. Me reencuentro con esta autora que descubrí con Land girls. En esta ocasión la historia transcurre en un pueblecito de la costa escocesa. Allí han nacido y han crecido hasta convertirse en esposas de marinos, Myrtle y Annie. Este es el relato de unas vidas marcadas por los caprichos del océano; del equilibrio entre un universo femenino, anclado en la tierra y otro masculino, salvaje e impredecible como el mar. 
¡Cruzo los dedos para que no me decepcione!

Frente al mar o en la montaña...¡Que
disfrutéis de vuestras lecturas!
L'été solitairede Elizabeth Von Arnim 
Ya se ha convertido en una tradición para mi...¡Que placer leer a Von Arnim en verano! Bueno en realidad en cualquier época del año. Esta vez regreso al Jardín alemán de Elizabeth con la continuación de su exitoso diario. Espero que no falten a la cita el hombre de cólera y los bebés de abril, mayo y junio :)

Les raisons du coeur de Mary Wesley. Y por último me estreno con Mary Wesley, otra de esas autoras que se ganaron el cariño de muchísimos lectores. La novela que he escogido fue publicada bajo el titulo original "A sensible life"
Su protagonista es Flora, una joven inglesa que como muchos de sus compatriotas pasa las vacaciones de verano en la costa de la Bretaña francesa, exactamente en la preciosa localidad de Dinard. Allí, durante el verano de 1926, creará una serie de vínculos que marcaran su vida para siempre. Un poquito de romance en época de entre guerras nunca puede venir mal,¿ verdad?

De momento estos son los seis libros que me van a acompañar. Es probable que la lista se amplíe, pero os tendré al corriente de cualquier incorporación.
Solo me queda desearos que tengáis un fantástico mes de Julio; leed mucho y sobre todo disfrutad al máximo :)

Y después de las vacaciones…Begin again!

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Menos mal que me llevo estas
vistas allí donde voy, incluso con
los ojos cerrados.
Que alegría me da poder saludaros de nuevo. No importa que eso implique la vuelta a París y a la normalidad; a ese día a día, que al final, termina por echarse en falta. 
Los calores extremos de Alicante me hacían soñar con el fresquito, con la llegada de ese momento en  el que por fin refresca por las noches y no puedes evitar echar mano de un par de calcetines. La verdad es que en ese sentido, París me ha dado la bienvenida con lo brazos abiertos, tal y como esperaba. 
La lluvia apenas nos ha dado un respiro desde que llegué, pero lejos de molestarme, ha sido un bonito reencuentro. 

Estas últimas semanas, completamente desconectada de internet, no se me han hecho tan cuesta arriba como imaginaba. En los días previos a mi llegada a Alicante y al apartamento, me preguntaba una y otra vez: ¿como voy a poder sobrevivir sin Wifi? ¿Sin actualizaciones del blog?  ¡Señor llévame pronto! :)
Pero una vez pasada la experiencia tampoco ha sido tan dramático (bueno quizá los primeros días tuve algún que otro ataque de ira fruto de la abstinencia, pero aquí estoy de una pieza). :)

Estas semanas han sido ricas en buenos momentos; tanto de esos solitarios propicios a la lectura, como de esos más moviditos compartidos en excelente compañía. Ya os haré un pequeño compendio en el De la A a la Z del mes de agosto. Se que os debo el de Julio; pero en ningún caso voy a dejarlo en el tintero. Esta semana lo tendréis listo; es un poquito especial y espero que os guste.

Tal y como hice el verano pasado, aprovecharé estos días para hablaros de lo que han dado de si las lecturas veraniegas: alegrías, decepciones, incorporaciones de última hora… ¡Muchas páginas por comentar y compartir con vosotros!
Pero antes de nada, contestaré a todos los comentarios atrasados que quedaron sin respuesta. Si os apetece pasaros por allí, será un placer retomar esas conversaciones interrumpidas sin miramiento por mi parte. ¡Perdonad la tardanza!

Para los que todavía estéis disfrutando de las vacaciones, solo me queda desearos que disfrutéis al máximo de vuestro tiempo libre; y, para aquellos que ya os habéis incorporado a la rutina, aquí va una fórmula infalible: pinchad una de vuestras canciones favoritas, volved a ver esa película que siempre consigue arrancaros una sonrisa y terminad releyendo esa novela de la que jamás podréis cansaros.
Deseando que funcione, aquí os dejo con mi propia fórmula magistral :)

La canción A step you can't take back de la película Begin Again; mi escena
favorita de El bazar de las sorpresas y una reelectura infalible :)
¡Un beso grande a todos y que la nueva estación comience!   

Julio de la A a la Z (lecturas de infancia y adolescencia)

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Para Julio lirios, amapolas y un buen puñado
de libros.
Como veis en el título, este De la A a la Z va a ser algo especial.
La idea de dedicarlo a esos libros que me marcaron durante la infancia y la adolescencia surgió mientras fisgoneaba por las estanterías de casa de mis padres. Esa es una de las cosas que más me gusta hacer cada vez que vuelvo a Alicante.
Casi sin quererlo, mi atención siempre recae en esos libros que tan importantes fueron para mi en el camino hacia la edad adulta. A ellos recurrí  una y otra vez, y de una forma u otra me enseñaron,  me entretuvieron y me cautivaron.
Como veréis no son lecturas muy singulares. Estoy segura de que coincidiremos en una gran mayoría  de autores y que muchos de sus personajes también os acompañaron en vuestras primeras lecturas.
¡Aquí van los elegidos y ya me diréis en cuales coincidimos! 

La A va sin duda alguna para Antoine de Saint-Exupéry. El principito creció conmigo, año tras año, y pasó de ser una simple aventura a  toda una lección de vida.
Mini edición de Beatrix Potter y algunos de mis preferidos
de los Cinco.
B de Beatrix Potter. Recuerdo perfectamente pasarme horas y horas con la pequeña cajita que guardaba la edición en miniatura de sus cuentos. Mis padres, no tuvieron más remedio que comprarme una edición un poco más grande para poder disfrutar de Perico el conejo, la Oca Carlotao la Señora Bigarilla. Hoy los guardo como un tesoro.
C de Los Cinco, ¡como podían faltar! Tenía toda la colección, algunos heredados de mi madre, gastados y algo amarillentos, y otros bien blanquitos y relucientes. Como olvidar Villa Kirrin, las excursiones y misterios, y sobre todo esas meriendas tan exóticas a base de cerveza y pastel de jengibre :)
D por mi Diccionario Gigante y todos los libros de Richard Scarry. ¡Que enormes eran sus libros y lo mucho que aprendí con ellos! Vocabulario, los números, geografía...
Lecturas felices de la infancia.
La E va por Michael Ende y sus libros. Momo me encantaba, pero La historia interminable… ¡Que maravilla! Todavía hoy me entusiasmo al imaginar que cruzo el umbral de la librería del señor Koreander.
La F va por uno de los libros más bonitos que tendré en la vida, El lenguaje de las floresde Sheila Pickles.  Recordaré toda mi vida cuando me lo compró mi madre. ¡Era tan bonito, con sus ilustraciones de cuadros victorianos y su perfume de violeta! Las leyendas y mitos asociados a cada flor hicieron de mi una apasionada de la mitología y también de la botánica.
G de Vasili Grossman y su impresionante Vida y destino. No recuerdo cuanto tiempo tardé en leerlo, lo que si recuerdo perfectamente es que estaba en segundo de bachiller y por primera vez una lectura me paralizó ante el horror que narraba. Lloré amargamente pero también afianzó mi deseo de ser historiadora.
"Todo lo que vive es irrepetible. Es inconcebible que dos seres humanos, dos arbustos de rosas silvestres sean idénticos… La vida se extingue allí donde existe el empeño de borrar las diferencias y las particularidades por la vía de la violencia". 
Por favor, no temáis leer este libro y dadle una oportunidad.
Aventura en la América colonial y un pedacito de delicadeza
victoriana.
H por Harry Potter. Tenía 12 años cuando conocí a Harry. Mi amiga Alma, a la que solo veía durante las vacaciones porque vivía en Madrid, me lo descubrió durante el verano. Nos contó a todo el grupito de amigos tantas maravillas del libro que no podíamos esperar a leerlo.  Cuando llegó septiembre y por fin descubrí Hogwarts tuve que darle la razón. ¡Por que yo tenía que ser una simple muggle! Mundo cruel :)
I por La isla del Tesoro. Madre mía la de veces que desee durante la infancia navegar junto a Jim Hawkins a bordo de la Hispaniola y tener al hombro un Capitán Flint particular  gritando "¡Doblones! ¡Doblones!".
Tres tesoros. Harry Potter
y el prisionero de Azkaban es mi tomo favorito :)
J de Tove Jansson. Ya os hablé de lo mucho que me gustan Los mumins, su caserón, Manrico y su armónica, el profundo amor que sienten hacia la naturaleza…
K lamentablemente la k ha quedado huérfana :( 
L por La sombra del viento. No podría hacerle justicia a la huella que dejó en mi esta lectura. Que homenaje a los libros y a Barcelona, esa ciudad que tanto quiero.
La M va dedicada a Machado y a sus Campos de Castilla. Sus versos mecieron mi infancia y siempre sonarán en mi cabeza a través de la voz de mi madre: "Soñé que tu me llevabas
por una blanca vereda..."
N por El nombre de la rosa. Otro libro que leí una y otra vez en aquella época. Que mezcla de intriga, miedo y enseñanzas gracias al gran Guillermo de Baskerville
Ejemplar de juventud de
mi madre que yo heredé.
O por La odisea. Todo empezó con una edición adaptada e ilustrada. Ahí nació mi obsesión por las sirenas y la mitología clásica.
P por Los pilares de la tierra. Otra lectura que me hizo enamorarme aún más de la Edad Media. Era mi periodo histórico favorito y este libro tenía todos los ingredientes para conquistarme. No he vuelto a leerlo y creo que jamás lo haré para conservar la emoción que despertó en mi por aquel entonces.
Q de Alberto Vázquez Figueroa. Que os puedo decir de él. He leído, sino todos, la mayoría se sus libros, y ¡los he disfrutado tanto! Bora, Bora y los navegantes polinesios, Piratas y Negreros, y por encima de todos la saga de Cienfuegos¡palabras mayores! 
R por Roald Dahl. Por haberme regalado a Charlie y sobre todo a Matilda. ¡Como la compadecía por tener semejantes padres y como me identificaba con ella cada vez que iba a la biblioteca!
Trio de protagonistas masculinos de los que me enamoré.
S por Susan King, la autora que marcó mi época romántica. ¡Como me gustaban sus romances medievales! Si pudieseis echar un vistazo a mis ejemplares, veriais enseguida cual era mi favorito; que perjudicado quedo Espina negra con tanta relectura :)
la T va sin ningún titubeo por Tolkien. Un descubrimiento inesperado que se convirtió en la gran pasión de mi adolescencia. El Hobbit, el Silmarillion, el Bestiario  y sobre todo El señor de los Anillos. Lo que daría por perderme en la Tierra media como aquella primera vez. 
U de Suite francesa de Irene Nemirovsky. Al igual que Vida y destino fue una de las primeras lecturas que me adentraron plenamente en el mundo adulto, en nuestra Historia, en su crueldad y en su belleza. 
la V aunque no guarde ninguna relación se la atribuyo a Rebeca de Daphne du Maurier. Porque me enamoré de Manderley, de su atmósfera y sobre todo de su dueño. ¡Ay Max de Winter!
La preciosa edición de el Señor de
los anillos ilustrada por Alan Lee.
W por Walt Whitman y su libros Hojas de hierba. Llegué a él gracias a Antonio, el mejor profesor de literatura que pude desear. El me descubrió muchos tesoros, y sin duda Whitman esta entre los más queridos. Con su barba blanca y su mirada limpia, fue para mi fuente de inspiración, maestro y compañero de camino.
"Soy un vagabundo en un viaje perpetuo,
mis señas son un impermeable, buenos zapatos y un
bastón cortado en el bosque…"
X por la eXperiencia de vivir en un castillo y conocer a Cassandra Mortmain. El castillo soñado de Dodie Smith fue otra de esas lecturas que siempre tenía bien a mano. Yo también quería tener una torre semiderruida y un pretendiente como Stephen. Al igual que Cassandra también aspiraba a ser escritora; y aunque nunca le perdoné que no correspondiese a Stephen, ella también se convirtió en una heroína de mi adolescencia.
¡Que de veces los he leído!
Y por Marmalade boy. Si, una serie que nos marcó a mis amigas y a mi de por vida. ¿Es posible enamorarse de un dibujo animado? Ay, amigos me temo que si. Que ganas de llegar a casa por las tardes después del colegio para ver nuestro "culebrón" particular.
Cuando nos enteramos que estaba basada en un manga, nos faltó tiempo para ir a comprarlo. Que nostalgia ver el precio indicado en pesetas :)
y por último Z de Lanzarote de Rosalind Miles uno de tantos libros de temática artúrica que devoré en aquella época. Que locura tenía yo con Lanzarote, Ginebra, Morgana y las leyendas de Avalon :)

¡Y hasta aquí los elegidos! Como veis no aparecen en esta lista las que considero mis más preciadas lecturas y heroínas: Jo March, Jane Eyre, Anne Shirley o las creaciones de Jane Austen…Para ver esta recopilación os invito a visitar este post del verano pasado. ¡Como  iban a faltar todas ellas entre "mis elegidos" :)

Un beso grande a todos y muy felices lecturas, ya sean nuevas o viejas conocidas.
El señor Koreander también os invita a disfrutar de vuestras lecturas.

Lecturas de verano: dos decepciones y una duda.

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Menos mal que salieron baratitos
Bien, después de dos semanitas de matrículas, inscripciones y demás líos burocráticos por fin llega el momento de repasar las lecturas estivales. Creo que ha sido una buena cosecha y me sobran dedos de una mano para contar las decepciones. Como ya hice el año pasado os hablaré primero de ellas, así paso antes el trance y puedo consagrarme a los buenos libros que se han cruzado por mi camino.
Ahí van les catastrophes!

Les raisons du coeur de Mary Wesley.
Primera experiencia con Wesley y mucho me temo que la última hasta dentro de muchísimo tiempo. Compré sus libros por impulso, por esa obsesión que me obliga a leer cualquier cosa ambientada en la época de entreguerras, pero al final ni siquiera eso ha conseguido salvar la lectura. 
Les raisons du coeur narra las aventuras y desventuras de un grupo de expatriados británicos en la preciosa localidad francesa de Dinard. Allí conoceremos a la joven Flora, a sus incompetentes familiares y a toda su fila de pretendientes.
El epicentro de la novela será, única y exclusivamente, seguir las relaciones amorosas que unos y otros irán tejiendo a lo largo de los años. Francia, Escocia, el Londres de entreguerras… los protagonistas son muy viajeros y se mueven por excelentes localizaciones; pero la autora no consigue hacerles justicia.

Vista de Dinard.
La psicología de los personajes es más que sumaria, los diálogos ocupan la mayor parte de la narración, nada negativo si al menos hubiesen estado bien construidos. No hay profundidad, ni emoción, ni interés en el desarrollo de la historia y mira que yo suelo ser muy benévola.  La leí en el tren de camino a Alicante y en más de una ocasión estuve tentada a dejarla a un lado y lanzarme sobre la pila de revistas que tenía al lado. Por eso, creo que no es necesario añadir nada más. Mary perdóname, estábamos condenadas a no entendernos.

Los caballeros las prefieren rubias…pero se casan con las morenas de Anita Loos.
Lo que jamás pensé que sucedería ha ocurrido este verano. Una publicación Rara Avis de Alba no me ha gustado. Mira que me alegré cuando vi anunciada su publicación. Años 20, dos amigas cazafortunas, lujosos viajes por Europa…¡Prometía muchísimo! Sobre todo una buena dosis de risas. Pero al final no disfruté como esperaba.

Adaptación de 1928.
Mi problema con la lectura no viene de su construcción epistolar, ¡me encantan este tipo de novelas! Tampoco de los personajes protagonistas;  Lorelei Lee y Dorothy Shaw son dos personajes muy carismáticos: dos jovencitas de armas tomar que parecen frívolas y tontas (y lo son), pero al final resultan tener la cabecita muy bien puesta. Es casi surrealista ver como no hay cosa que se les resista.
El gran problema que tuve con estos libros es que la narración se me hizo tremendamente repetitiva; una y otra vez las mismas veladas, el derroche de dinero, los engaños a los "peces gordos" que las pretenden y la victoria de las dos amigas tras cada embrollo.  
El primer tomo, que narra la ascensión de Lorelei, aún consiguió arrancarme alguna que otra sonrisa, pero en el segundo, consagrado a Dorothy, la fórmula terminó por resultarme aburrida.
Anita Loos tuvo un gran mérito al describir de forma tan irónica el ambiente hipócrita y desalmado en el que se movían magnates y protegidas. Solo espero que, a diferencia de mi, consiga cautivaros.

Quand rentrent les marins (o Wifes of the fishermen en inglés) de Angela Huth.
Esta es la duda que apunto en el título de la entrada. Esta novela me gustó muchísimo, pero me decepcionó al mismo tiempo. Hubiera podido ser perfecta y se quedó a medio camino. 
Tenía muchísimas ganas de leer otro libro de Angela Huth después de Land Girls porque su estilo me encantó; pero debo decir que en Quand rentrent les marinesHuth se ha superado. Su escritura es absolutamente preciosa. Las descripciones, la atmósfera de ese pueblecito costero escocés y el carácter de las personas que lo habitan están construidos a la perfección. A veces se suele abusar del "parece que estás dentro de la historia", pero en esta ocasión es lo mínimo que se puede decir. 

Edición francesa de
ocasión.
Imaginad a dos amigas de infancia, que crecen juntas en esta parte aislada de Escocia. Hijas y hermanas de marineros, su presente está ligado al mar y también lo estará su futuro. Al igual que las mujeres que las precedieron ellas también serán esposas de marineros, con las alegrías y los temores que eso conlleva. El personaje de Myrtle me cautivó desde la primera línea; me recordó tantísimo a las heroínas de Barbara Pym. Tranquilas, observadoras, amables, dispuestas... Pero tras su calma aparente y su taza de té, bulle un torbellino de sentimientos e impulsos. Adoro este tipo de personajes. 

El gran problema de esta novela viene en el desarrollo de la trama. ¡Que frustración leer sobre esta comunidad y que la autora te dejé con ganas de saber más! Necesitaba un poquito más, ir más lejos en las actitudes de los personajes, en los momentos decisivos de su vida. Esos instantes cumbre se me hicieron tan cortos, que al final la monotonía de lo narrado ganó la lectura al completo. 
De las tres es la única que recomendaría, sobre todo a aquellos que disfruten de los relatos cotidianos de ambientes y personajes. Sin duda los amantes de Rosamunde Pilcher podrán disfrutar de esta novela.

Ufff, y ahora si, me paso un pañuelito por la frente y por fin puedo empezar a hacer lo que tanto me gusta; que vengan esos libros que se han colado ya en mi memoria y en mi corazoncito :)
¡Muy feliz martes a todos!

Agosto de la A a la Z

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Tiempo de girasoles y de puñados de pipas
compartidos a la fresca.
Agosto ya es historia y aunque las temperaturas son clementes todavía, por aquí ya casi huele a otoño. Esta mañana profesores y alumnos han vuelto a verse las caras ya que… c'est la rentrée scolaire
Algunos iban más contentos que otros, pero a mi me ha encantado pasar por la puerta del college a la hora del recreo. Gritos y conversaciones se escapaban a través de la verja roja que rodea el patio y yo no dejaba de preguntarme ¿Se estarán contando las aventuras del verano?, ¿a donde viajaron, a quien conocieron? ¡Estoy convencida de que así era!
Por eso, en este de la A a la Z, os propongo volver a ser niños   en el patio del colegio para compartir todos los buenos momentos vividos en agosto: libros, canciones, visitas, recetas…Aquí os dejo los míos y será un placer escuchar atentamente los vuestros.

A de Arenales del sol. La pequeña localidad de la costa donde paso los veranos desde mis 6 años. Cuantos juegos y recuerdos guarda su playa. Es inevitable no pensar en Serrat y en su Mediterráneo cada vez que pienso en ella. 
La pasarela que cogemos cada
mañana en Arenales para llegar
a la playa.
B por la película y la banda sonora de Begin again. Mark Ruffalo y Keira Knightley están estupendos y aunque la película no me gustó tanto como Once (la otra cinta dirigida por John Carney), salí del cine llena de energía y con una sonrisa en la cara.
C por el concierto al borde del mar que dio mi amiga Laura. Cócteles, soul, blues y Janis Joplin. ¡Que buena noche pasamos!
D de Dunnet Landing, el pueblecito de la costa de Maine donde transcurre la trama de La tierra de los abetos puntiagudos. ¡Como he disfrutado este libro y que ganas de hablaros de él!
E por dos próximos estrenos que me tienen más feliz que una perdiz, Testament of Youth y Suite française. Gracias a mi querida Magrat descubrí la primera y cuando vi en la misma página de la BBC el anuncio de la otra…¡Ay que alegría!
F por la fantástica librería le Furet du nord; una visita obligatoria para todo lector que viaje a Lille. ¡Nada más y nada menos que 7000 m2 atestados de libros! Lo mejor es que a su impresionante fondo, se une un equipo de libreros competentes y entusiastas. ¡Chapeau para todos ellos!
G por el palacio de La granja de san Ildefonso al que fuimos de escapada este verano. Pasear por sus jardines y bosques es una auténtica maravilla. Es una pena que no se puedan ver las fuentes en funcionamiento, pero es comprensible dado el enorme gasto que supone. Si pasáis por la zona, no dejéis de visitarlo.
Instantáneas de nuestra escapada a Madrid y Segovia
H por el hojaldre de ciruelas que hizo mi abuelita y que devoramos las tres señoras de la casa: abuela, madre e hija.
I por la versión de It had to be you que ha colonizado mi cabeza desde que la escuché en un anuncio de la tele. 
J por Jean; por mi amor de verano que ya dura 12 años.
K por los cien kilos que cogí gracias a mi querido primo Luis. A su vuelta de Estados Unidos me trajo una bolsa industrial de Reese's. ¿Chocolate y crema de cacahuete juntos? ¡Para morirse uno!
L por la librería de ocasión Alcaná de Madrid. Menudo botín reunimos mi madre y yo en la visita que hicimos a principios de agosto. No dejéis de echar un vistazo a su catálogo online, seguro que encontráis un montón de joyitas.
M de la Tour Montparnasse y la deliciosa comida de aniversario que tuvimos en Le ciel de Paris. Las vistas, el menú, el ambiente…todo fue perfecto y quedará como un precioso recuerdo.
N por una de esas noticias que alegran el corazón de los lectores. Una nueva librería, Pynchon&Co, va a abrir sus puertas en Alicante. Leyendo acerca del fantástico proyecto que han concebido sus dueños, solo me queda desearles toda la suerte del mundo. ¡Cuanta falta hace la cultura en una ciudad como la nuestra!
P por la plaza de Santa Ana y por las noches de tapas, paseos y risas que disfrutamos en el Barrio de las letras. Sin duda mi preferido de Madrid. 
Los postres que tomamos en Le ciel
de Paris
Q por el ataque de risa que nos entró a mi madre y a mi durante el fatídico episodio de la avispa. Si es que lo pienso, y ya me estoy muriendo de risa.
R por esta receta de la riquísima flamiche au maroilles; una especie de tarta con queso maroilles típica de la región Nord-Pas de Calais. (si alguien quiere la traducción de la receta, la dejaré sin ningún problema en los comentarios :)
S por la primera selección del Goncourt 2014. De la lista estoy deseando leer L'amour et les forÊts de Eric Reindhart.
T por Thomas Dewing y sus etéreas figuras. Cada vez que observo en sus pinturas, esas siluetas de mujeres perdidas entre la vegetación y la niebla, pienso que tales escenas solo pueden darse durante los largos días de verano. Si, para mi Dewing sería un buen pintor de agosto.
Thomas Dewing, Summer.
U por este excelente artículo de Muñoz Molina. Se titula La disciplina de la imaginación y en él podréis leer reflexiones como esta: 
"Porque la literatura no está sólo en los libros, y menos aún en los grandilocuentes actos culturales, en las conversaciones chismosas de los literatos o en los suplementos literarios de los periódicos. Donde está y donde importa la literatura es en esa habitación cerrada donde alguién escribe a solas a altas horas de la noche, o en el dormitorio donde un padre le cuenta un cuento a su hijo, que tal vez dentro de unos años  se desvelará leyendo un tebeo, y luego una novela. Uno de los lugares  donde más intensamente sucede la literatura  es un aula donde un profesor sin más ayuda que su entusiasmo y su coraje le transmite a uno solo de sus alumnos el amor por los libros…"
V por la Vieille bourse de Lille, una preciosa muestra de arquitectura flamenca, construida en 1652 durante la dominación española de la ciudad. Hoy alberga en su interior un mercado de libros de ocasión de donde es casi imposible salir con las manos vacías.
W de waterfront farmhouse, ese es el título que recibe la que se ha convertido en la casa de mis sueños. Madre mía si pongo un pie ahí dentro, no me sacan ni con grúa. Ya me estoy viendo sentada en ese porche leyendo frente al mar, y encima en la isla del Príncipe Eduardo. Vamos mi Tejas Verdes  particular; y por supuesto estáis todos invitados :)
Calles de Lille y tres palabras sinónimo de felicidad:
¡próxima apertura librería! (fuente 2ªfoto)
X por la enorme expectación que suponía la vuelta al blog. Nunca imaginé que podría echarlo tanto de menos.
Y por el Brooklyn de Francie Nolan, la protagonista de Un árbol crece en Brooklyn. Otra de las novelas que han marcado mi verano.
Z por todos los abrazos recibidos de la gente que quiero y que me reconfortan hasta que llegue el momento de verles de nuevo.

Feliz fin de semana para todos y como siempre, ¡felices lecturas!

PD. He tenido que publicar dos De la A a la Z muy seguidos para no desbarajustar el ritmo de publicación mensual de estas entradas. Siento la invasión de letras que esto os ha podido ocasionar :)

La tierra de los abetos puntiagudos de Sarah Orne Jewett

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"Si se me pidiera que nombrase tres libros norteamericanos con posibilidades de tener una larga, larga vida, de inmediato diría  La letra escarlata, Huckleberry Finn, y La tierra de los abetos puntiagudos. No puedo pensar en ningun otro que pueda afrontar el paso del tiempo y los cambios con tanta serenidad".

Estas líneas, escritas por Willa Cather en el prólogo que abría le edición de 1925 de La tierra de los abetos puntiagudos, muestran hasta que punto consideraba importante la obra de Sarah Orne Jewett
Igualarla a la categoría de Mark Twain o Nathaniel Hawthorne, novelistas que supieron captar como pocos el espíritu americano, puede parecernos incluso exagerado; pero cuando uno conoce a Cather, es más que probable que se fíe de su criterio.
Antes de empezar a leer es inevitable que surja la duda ¿que puede tener esta novela de escasas 90 páginas para ser considerada un símbolo de la literatura americana? 

"Poca cosa", dirá el lector apresurado; "solo una historia sencilla" responderá el que no intenta mirar bajo la superficie. Yo podría empezar diciendo: ésta, al igual que las obras de Hawthorne es una genuina historia de Nueva Inglaterra, del carácter reservado de sus gentes. En esta ocasión las de un pequeño pueblecito de la costa de Maine, Dunnet Landing.


Vistas de la Costa de Maine.
A él llega una mañana de verano una escritora en busca de inspiración.  Mientras se hospeda en casa de Amira Todd, una señora viuda conocida en todo Dunnet por sus habilidades con las plantas curativas, la recién llegada irá adentrándose poco a poco en la vida del pequeño pueblo y sus curiosos habitantes.

Cada visita, cada taza de té, invita a las mujeres de mayor o menor edad y a los viejos marineros de Dunnet a desvelar sus más profundos secretos; y así, en el tiempo que dura un verano, la escritora no solo encontrará la inspiración que andaba buscando, sino un refugio donde habita el calor y la sabiduría humana. 


Creo que hasta la fecha este ha sido el libro en inglés que más me ha costado leer. Si se hubiese tratado de otra historia, quizá lo hubiese dejado a un lado, pero cuando después de una sola página, es tan bello lo que lees que incluso te arrancas a leerlo en voz alta, no hay esfuerzo demasiado grande.
Primera toma de contacto de la protagonista con el precioso
paisaje que rodea Dunnet Landing
¿Veis la fotografía de arriba, los cuadros que ilustran la entrada? No son nada comparado con las imágenes que Sarah Orne Jewett crea a través de palabras. Si, esta es una obra costumbrista, no existe denuncia ni crítica social entre sus páginas.  
No encontrareis en ella una trama complicada ni golpes de efecto, solo un precioso testimonio del estilo de vida de las gentes de Maine a finales del siglo XIX
La historia de gentes sencillas presentada a través de su mundo cotidiano.

A mi me encantan este tipo de historias que exploran la vida doméstica de sus personajes: ahí quedan fijadas en el tiempo las labores de cocina y jardinería, los trabajos de aguja o de pesca, el modo de celebrar un encuentro alegre u otro tan triste como un entierro.
Entre las páginas de La tierra de los abetos puntiagudos ha quedado preservado para siempre un grupo de mujeres luchadoras que, a pesar de los vaivenes de la vida, consiguen salir adelante. Asistir a sus conversaciones es un placer para los sentidos y, sobre todo, una puerta abierta al aprendizaje si hacemos nuestros sus sabios consejos.

Esa es la grandeza de este pequeño libro, la inmensa humanidad que transmiten sus personajes. Podríais cogerlos con los dedos y depositarlos en cualquier parte del mundo, en cualquier época. Cambiaría la forma de vestirse o de comer, los chistes o la forma de sus casas, pero en todas partes encontrarías personas como la generosa Señora Todd o el tímido William; ancianas tan adorables como la señora Blackett que a sus ochenta años sigue conservando la vitalidad y el espíritu de una niña o el anciano marinero Elijah Tilley que saca fuerzas de donde puede para superar la perdida de su adorada esposa.


El viaje en barca hasta Green Island.
A través de su narradora, dice Sarah Orne Jewett, "en la vida de cada uno de nosotros, existe un lugar remoto y aislado, entregado a un pesar perpetuo o a una felicidad secreta".  Ser testigo de las penas y alegrías de los habitantes de Dunnet y la forma en la que los comparten entre ellos, nos enseña lo importante que es disfrutar de momentos de soledad y reflexión; pero también lo esencial que es entregar una parte de nosotros a los que nos rodean, a disfrutar de la compañía y el reconfortante auxilio de un oído que nos escucha.

Sarah O. Jewett visitó realmente un pueblecito de Maine, Martinsville y allí escribió su historia. No se si en su camino se cruzaron personas reales que la inspiraron y acabaron convirtiéndose en los personajes de su novela; lo que si sé es que en sus paseos llegó a conocer a la perfección cada colina y cada abeto; la línea de la costa y como la luz cambiante la trasformaba a lo largo del día; después como un pintor impresionista supo captarlo magistralmente en sus páginas. 
Por eso si tenéis bien abiertos el corazón y los sentidos, estoy segura de que no lamentareis haber viajado hasta Dunnet Landing.
Para mi ha sido un coup de coeur en toda regla.

¡Un abrazo y muy felices lecturas!

PD. Sarah Orne Jewett escribió cuentos infantiles y relatos desde muy joven. Aquejada de salud, nunca fijó el matrimonio entre sus objetivos y se consagró completamente a la literatura. En 1896, cuando contaba 47 años, apareció publicada por entregas La tierra de los abetos puntiagudos en la prestigiosa revista The Atlantic Monthly. Fue el mayor éxito de su carrera. 
PD1. La novela ha sido publicada en castellano en la Biblioteca Javier Coy d'estudis Nord-americans (Universitat de Valencia). ¡Que alegría descubrirlo!
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