...ha llegado la primavera y han ido alargando los días.
...me he despedido de la mantita y los calcetines peludos, y he guardado en la despensa la lata de chocolate a la taza.
...he conocido a dos nuevas personitas recién llegadas al mundo: Esteban y Lou.
...he disfrutado de los primeros rayos de sol en mis brazos desnudos.
...he jugado a la petanca por primera vez y me he convertido en un as en la materia (me conocen como la Nadal de la pétanque :D)
...me he comprado el primer vestido para este verano (gracias mami por ir recogerlo).
...he leído muchísimo en trenes e intentado hacerlo en un avión (sin demasiado éxito)....he empezado a desesperarme por no haber encontrado en mi camino ningún coup de coeur¡a estas alturas del año!
...he comprado libros nuevos para dar con la ansiada pepita de oro.
y desafortunadamente he escrito muy poquito por aquí y os he echado mucho de menos.
Es cierto que os he seguido la pista por algunas redes sociales más rápidas y breves, pero no es lo mismo. En ninguna de ellas encuentro la cercanía que me gusta, ni me siento como en casa. Así pues, es hora de sacudir las telarañas, adecentar el rinconcito y darle la vida que merece. ¡Qué mejor día para hacerlo que en la víspera del día del libro!
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Lecturas camino de Montpellier |
Yo tengo que reconoceros que he hecho algo de trampa y ya me he traído alguno que otro para casa (la tentación de pasar frente a las librerías es demasiado fuerte); y un pajarito me ha dicho que en Alicante me espera el último título publicado de las aventuras de Anne Shirley, ¡un aliciente más para desear bajar volando a casa!
Sea como sea, espero que tengáis todos un muy feliz Sant Jordi. Libros y flores en un mismo día es demasiada belleza como para desaprovecharla.
Os mando un abrazo enorme y, como prometí hace unas semanas, os dejo con la reseña de Noche y día de Virginia Woolf, un libro que ya he incluido entre mis favoritos.