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Hice esta foto el 1 de mayo, de ahí el ramito de muguete. |
¡Hola a todos!
Estas últimas semanas han sido un pequeño caos y apenas he tenido tiempo de pasar por el rinconcito; pero, ahora que ya estoy tranquila en casa, pongámonos un poco al día. Tenía pendiente enseñaros los libros que compré en el último Sant Jordi y, en general el mes de abril, así que empecemos por ahí.
Ya se que vuestras lista de pendientes nunca decrecen y que tendréis en el punto de mira un buen puñado de títulos; pero como los IMM me parecen una forma perfecta para descubrir nuevos autores, no quiero perder la costumbre de compartir los míos con vosotros.
De los libros que os enseño en esta entrada ya puedo recomendaros dos (aunque uno lo haga prematuramente, tengo confianza en no equivocarme). Pero bueno, no me adelanto. Primero las presentaciones.
Empiezo con la recomendación prematura, la biografía de Edith Wharton escrita por Hermione Lee. Es el libro que tengo ahora mismo entre manos (no me despego de el ni para desayunar) y me está pareciendo excelente. No es una biografía estructurada en un estricto orden cronológico; en ocasiones Lee aborda en un mismo capítulo una experiencia vital de Edith, un momento o una relación personal en toda su extensión, volviendo después a un episodio anterior. Esto supone algunos saltos de tiempo que pueden parecer enrevesados en un principio; pero, no os preocupéis, el resultado es coherente y muy ilustrativo.
Una de las cosas que más me está sorprendiendo es la vida tan europea que llevó Edith. Entre los viajes a Europa que hizo en su infancia y adolescencia, los de su época de casada y su posterior instalación definitiva en Francia... ¡apenas tengo la impresión de que pasase tiempo en América! Ahora comprendo bien que tuviese en su haber más de sesenta travesías transatlánticas.
El otro libro de la foto que ya puedo recomendaros es Lo que queda del día de Kazuo Ishiguro. ¡Qué fineza al escribir, qué profundo y maravilloso retrato psicológico de Mr. Stevens consigue Ishiguro! Quizá la sinopsis del libro pueda llevar a engaño. Pero no os dejéis guiar por una primera impresión, ni espereis encontrar en "Lo que queda del día" una historia en la órbita de Downton Abbey. Si, tenemos una mansión inglesa; si, tenemos a sus habitantes, las costumbres y los ritos que dictan su día a día. Pero no esperéis acción, ni intrigas. Estas son las confesiones íntimas de un mayordomo británico enfrentado al ocaso de su profesión. La historia de un hombre que antepuso siempre sus obligaciones y su oficio, a su vida personal.
No gustará a todos, pero yo no puedo más que recomendárosla.
Y ahora el puñado de libros que aún tengo por leer. Seguro que muchos habéis oído hablar de El viento en los sauces de Kenneth Grahame. Es un clásico infantil británico cuya lectura siempre he ido posponiendo. El libro cuenta las aventuras de un pintoresco grupo de amigos formado por una rata, un topo, un tejón y un sapo. La edición francesa que he comprado está ilustrada y las imágenes y los animales que las protagonizan me han recordado a mi querida Beatrix Potter. Ojalá Grahame consiga conquistarme como lo hizo ella.
La recopilación de relatos de Margaret Drabble, Une journée dans la vie d'une femme souriante, escritos entre 1967 y el año 2000, es otra apuesta inglesa. Hace apenas un mes que se publicaron por primera vez en Francia y, que puedo deciros; estas trece pequeñas historias que relatan instantes cotidianos e íntimos de la vida de varias mujeres, prometen ser una joya. Laura, gran admiradora de Drabble, ya me la había recomendado en varias ocasiones, y estoy segura de que acertará con su insistencia.
La hermana de Margaret Drabble, A.S Byatt, me conquistó completamente con Posesión, una novela que ya está entre mis favoritas. Veremos si sigue la buena racha con la familia.
Y una novela que promete un rato divertido es Las aventuras de Cluny Brown de Margery Sharp. En la sinopsis la presentan como una deliciosa comedia británica que describe (no sin un punto de crítica maliciosa) la situación de las mujeres inglesas en los años 30 y su duro camino hacia la emancipación. Sharp es una autora muy querida entre los blogueros británicos que sigo asiduamente, así que tengo esperanzas de que este sea el comienzo de una gran amistad con ella.
Una de las cosas que más me está sorprendiendo es la vida tan europea que llevó Edith. Entre los viajes a Europa que hizo en su infancia y adolescencia, los de su época de casada y su posterior instalación definitiva en Francia... ¡apenas tengo la impresión de que pasase tiempo en América! Ahora comprendo bien que tuviese en su haber más de sesenta travesías transatlánticas.
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Desayunando con Edith |
No gustará a todos, pero yo no puedo más que recomendárosla.
Y ahora el puñado de libros que aún tengo por leer. Seguro que muchos habéis oído hablar de El viento en los sauces de Kenneth Grahame. Es un clásico infantil británico cuya lectura siempre he ido posponiendo. El libro cuenta las aventuras de un pintoresco grupo de amigos formado por una rata, un topo, un tejón y un sapo. La edición francesa que he comprado está ilustrada y las imágenes y los animales que las protagonizan me han recordado a mi querida Beatrix Potter. Ojalá Grahame consiga conquistarme como lo hizo ella.
La recopilación de relatos de Margaret Drabble, Une journée dans la vie d'une femme souriante, escritos entre 1967 y el año 2000, es otra apuesta inglesa. Hace apenas un mes que se publicaron por primera vez en Francia y, que puedo deciros; estas trece pequeñas historias que relatan instantes cotidianos e íntimos de la vida de varias mujeres, prometen ser una joya. Laura, gran admiradora de Drabble, ya me la había recomendado en varias ocasiones, y estoy segura de que acertará con su insistencia.
La hermana de Margaret Drabble, A.S Byatt, me conquistó completamente con Posesión, una novela que ya está entre mis favoritas. Veremos si sigue la buena racha con la familia.
Y una novela que promete un rato divertido es Las aventuras de Cluny Brown de Margery Sharp. En la sinopsis la presentan como una deliciosa comedia británica que describe (no sin un punto de crítica maliciosa) la situación de las mujeres inglesas en los años 30 y su duro camino hacia la emancipación. Sharp es una autora muy querida entre los blogueros británicos que sigo asiduamente, así que tengo esperanzas de que este sea el comienzo de una gran amistad con ella.
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Vicki Baum, algunas portadas francesas de sus novelas y el cartel de la adaptación cinematográfica de "El lago de las damas" (producción francesa) |
Antes de salir hacia América, hacemos una última parada en Europa de la mano de Vicki Baum y su Lago de las damas. Descubrí a Baum en una de mis últimas batidas libreras en Gibert Joseph. Me suelen gustar casi todos los títulos que la editorial Phébus publica en su colección Libretto, así que no dudé en darle una oportunidad a otra autora de su catálogo.
Las historias de Vicki Baum están ambientadas en su gran mayoría en hoteles y lugares de reunión de la alta sociedad europea. En esta ocasión el protagonista es un joven ingeniero, con dificultades económicas, que busca diversión a buen precio en una estación balnearia del Tirol austriaco. Su esperanza quizá pase por encontrar a una rica protectora que lo cobije bajo su ala.
La editorial presenta la novela como "un retrato fresco e irónico de las relaciones entre hombres y mujeres en la época de entre guerras". Veremos si resulta un viaje agradable.
Y para terminar un poco de literatura norteamericana con un testimonio de pioneros del Oeste (ya os hablaré un poquito de Ma captivité chez les Sioux de Fanny Kelly en la próxima entrada) y una historia del viejo Sur durante la guerra de Secesión.
La esclava libre de Robert Penn Warren cuenta la historia de una rica heredera de una plantación sureña que ve como un golpe del destino la despoja de todo lo que había creído suyo. Ambientada en Kentucky en los albores de la guerra de Secesión, La esclava libre y su bella protagonista Samantha Starr siempre permanecieron bajo la sombra de otra famosa heredera sureña (¡Señorita Escarlata!). No puedo juzgar por mi misma si este olvido es merecido, porque todavía no he leído Lo que el viento se llevó. Ya os tendré al corriente de como acabo con ambas.
Et voilà c'est fini! Hasta aquí el repaso a los últimos inquilinos de mis estanterías. Bueno, mentira. Acabo de volver de Londres. Stop. Llevaba una maleta grande. Stop. Las tradiciones londinenses no se rompen...¡vamos, que si! ¡que pronto os llevo conmigo a dar un paseo allende la Mancha y os enseñaré los libros que me traje conmigo :)
Un fuerte abrazo y muy felices lecturas a todos.
Las historias de Vicki Baum están ambientadas en su gran mayoría en hoteles y lugares de reunión de la alta sociedad europea. En esta ocasión el protagonista es un joven ingeniero, con dificultades económicas, que busca diversión a buen precio en una estación balnearia del Tirol austriaco. Su esperanza quizá pase por encontrar a una rica protectora que lo cobije bajo su ala.
La editorial presenta la novela como "un retrato fresco e irónico de las relaciones entre hombres y mujeres en la época de entre guerras". Veremos si resulta un viaje agradable.
Y para terminar un poco de literatura norteamericana con un testimonio de pioneros del Oeste (ya os hablaré un poquito de Ma captivité chez les Sioux de Fanny Kelly en la próxima entrada) y una historia del viejo Sur durante la guerra de Secesión.
La esclava libre de Robert Penn Warren cuenta la historia de una rica heredera de una plantación sureña que ve como un golpe del destino la despoja de todo lo que había creído suyo. Ambientada en Kentucky en los albores de la guerra de Secesión, La esclava libre y su bella protagonista Samantha Starr siempre permanecieron bajo la sombra de otra famosa heredera sureña (¡Señorita Escarlata!). No puedo juzgar por mi misma si este olvido es merecido, porque todavía no he leído Lo que el viento se llevó. Ya os tendré al corriente de como acabo con ambas.
Et voilà c'est fini! Hasta aquí el repaso a los últimos inquilinos de mis estanterías. Bueno, mentira. Acabo de volver de Londres. Stop. Llevaba una maleta grande. Stop. Las tradiciones londinenses no se rompen...¡vamos, que si! ¡que pronto os llevo conmigo a dar un paseo allende la Mancha y os enseñaré los libros que me traje conmigo :)
Un fuerte abrazo y muy felices lecturas a todos.